“Esa misión nunca tendría que haber salido", dijo este miércoles Fabián Vázquez, el hermano del piloto de combate rosarino Alfredo Jorge Vázquez, quien murió el 8 de junio de 1982 durante un segundo ataque aéreo en Bahía Agradable contra tropas británicas que pretendían desembarcar en Malvinas.
Ese ataque fue denominado como "el día más negro para la flota británica" por la cantidad de bajas que sufrieron: 51 muertos, cerca de 200 heridos y la destrucción de dos naves de desembarco.
La misión fue planificada en dos oleadas, una situación que desde ese día hasta la actualidad sigue generando debate. Es más, este miércoles, y en el marco de un emotivo homenaje que se hizo al aviador rosarino en la plazoleta que lleva su nombre, en 27 de Febrero y Moreno, su hermano, actual teniente coronel del Ejército, no dudó en ponerlo de relieve.
“Esa misión nunca debió haber salido”, remarcó en el medio del discurso con el que recordó a Alfredo y puso de manifiesto que "se había perdido el factor sorpresa", ya que el segundo ataque fue ordenando más de dos horas después de la primera incursión.
Así, cuando la escuadrilla de aviones A-4B Skyhawks apareció en el cielo de Bahía Agradable, el enemigo lo recibió con un nutrido fuego antiaéreo y las patrullas de cazabombarderos Sea Harrier en apresto.
thumbnail_IMG_7199.jpg
El rosarino Alfredo Jorge Vázquez (derecha), junto a un suboficial.
El hermano de Vázquez no fue el único que alzó su voz para cuestionar este segundo ataque. Luis "Tucu" Cervera, otro heroico piloto de combate argentino que participó de varias misiones en Malvinas, posteó un sentido homenaje que encabezó diciendo “se cumplen 40 años de una misión que nunca debería haber salido”.
< Cómo fueron las últimas horas del piloto rosarino que murió peleando en Malvinas
Cervera no dudo en calificar ese ataque como "la fatídica misión de ir a buscar miel a un panal de avispas que horas antes había sido duramente golpeado. El Sir Galahad y el Sir Tristam (buques británicos) estaban en llamas y humeantes, ya no servían para nada”, indicó.
Ese fue el escenario que vio el joven rosarino desde la cabina de su A4 cuando minutos después de las 15 apareció junto a otros tres aviones en el cielo de Bahía Agradable.
Y el "avispero" no perdonó. Su hermano lo recordó este miércoles como "un hombre que no dudó en cumplir con el juramento de defender la Patria hasta perder la vida” y para pintarlo de cuerpo entero rememoró lo que el por entonces alférez de tan solo 24 años había vivido el 12 de mayo, menos de un mes antes de su muerte.
Volver a combatir
"Ese día vio morir a sus compañeros. Fue el único sobreviviente de una misión. Logró esquivar los misiles enemigos pero voló tan bajo que la sal marina se le cristalizó en el parabrisas y lo dejó sin visibilidad. Así regresó al continente. En schock. Aterrizó, se despistó y terminó entre unos matorrales. Todos pensaron que había muerto en ese accidentado aterrizaje, pero lo vieron abrir la cabina y salir del avión. Sus superiores le comunicaron que la guerra había terminado para él, pero él les dijo que solo necesitaba higienizarse, reponer fuerzas y volver a combatir”.
Y así lo hizo el 8 de junio, a pesar de que las chances de sobrevivir a esa misión eran mínimas. De los cuatro cazabombarderos A-4 Skyhawks que esa tarde despegaron de Río Gallegos solo uno regresó, el que era tripulado por el teniente Héctor "Pipi" Sánchez.
Los misiles sidewinder británicos terminaron con las vidas del primer teniente Danilo Bolzán, el teniente Juan Arrarás y el alférez rosarino Vázquez.
thumbnail_IMG_7200.jpg
Uno de los hangares del aeroclub Rosario lleva el nombre del piloto rosarino fallecido en Malvinas.
Su hermano contó un detalle que estremeció a quienes lo escucharon esta mañana en la plazoleta situada a metros de la Dirección de Tránsito. "El vio al Harrier lanzar los misiles y comenzó a efectuar maniobras evasivas. Pudo haberse eyectado sobre la isla pero no lo hizo. Por la radio emitió una última comunicación. Gritó «Viva la Patria» y luego sobrevino el silencio”, indicó.
El misil inglés dio de lleno en el avión de Vázquez y lo desintegró. A metros de donde su hermano recordó hoy este final lo escucharon alumnos de los distintos colegios por los que pasó Alfredo: padre Cantilo, República de Bolivia y el Superior de Comercio.
Fabián terminó su discurso y se fundió en un abrazo con su hermana Mónica, la misma que durante mucho tiempo estuvo peleada con Dios porque el domingo que su hermano llamó desde Río Gallegos para saludar, ella no pudo hablar porque se había ido a la iglesia a rezar para que lo protegiera en los combates.
Nunca más pudo oír su voz, pero hoy está orgullosa de su hermano y su entrega. Este miércoles no fueron pocos los rosarinos que lo homenajearon como se merecen los héroes de Malvinas.