Dos días antes de su muerte, Alfredo Jorge Vázquez, un joven piloto rosarino de 24 años que se batía a duelo con los ingleses en Malvinas en su poderoso avión A4-B Skyhawk llamó a su familia en barrio Cura desde la base de Río Gallegos, donde aguardaba su próxima misión. Al día siguiente sus superiores le comunicaron que el 8 de junio los cazabombarderos actuarían contra los lanchones de desembarco ingleses. No fue una jornada más. Había tensión.
Cuarenta años después La Capital se comunicó con el único sobreviviente de una escuadrilla que participó de lo que fue bautizado como “el día más negro para la flota británica”. Héctor “Pipi” Sánchez vio morir a sus compañeros. Volvió schockeado a Río Gallegos. Vázquez fue impactado por un misil y falleció en el acto.
“Disculpame pero no puedo hablar. Esto es muy fuerte para mí”, le dijo Sánchez a este diario hace unas semanas. Sin embargo, un posteo suyo en Facebook permite ahora dilucidar cómo fueron esas últimas jornadas. Este miércoles, a las 11, en la plazoleta que lleva el nombre del aviador rosarino caído en Malvinas, en 27 de Febrero y Moreno, familiares y allegados le rendirán un homenaje y se prevé que los A4 surquen el cielo de la ciudad.
Vázquez era un muchacho afable, divertido, deportista y amante del folclore. La noche del domingo 6 de junio en la que llamó a sus padres a Rosario, una familia de Río Gallegos invitó a los pilotos argentinos a su casa y los homenajeó con un asado. Alguien filmó el encuentro y allí “el rosarino” les agradeció el gesto. “Compartir una mesa con ustedes nos ha hecho recordar a nuestras familias y el calor del hogar”, dijo “el Gordo”, como le decían sus amigos, en una grabación casera que luego alguien les hizo llegar a sus familiares.
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El lunes 7 ya sabían que al día siguiente atacarían lanchones de desembarco en la zona de Bahía Agradable. “Ese día disfrutamos cada minuto como lo hacíamos siempre. Todos juntos, haciéndonos bromas, tratando de divertirnos y no pensar en el mañana”, posteó “Pipi” Sánchez, el único sobreviviente del segundo ataque del 8 de junio a la flota británica.
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Vázquez, en una publicación de una revista de 1982, días después de haber hundido una fragata.
Precisamente el hecho de haber ido en una segunda oleada fue letal para la mayoría de la escuadrilla. “Temprano dieron la orden de partida, pero solo a los aviones del primer escuadrón, y nos dejaron en espera al resto hasta tener resultados del primer ataque. Todos los que quedamos en tierra, incluidos nuestros jefes, insistimos para salir juntos para no perder el factor de la sorpresa inicial, pero la orden fue mantenernos en espera”, narró Sánchez en su posteo en la red social.
Un día gris
El 8 de junio de 1982 fue un día lluvioso, nublado y muy frío en Río Gallegos. Las noticias llegaron rápido al continente. Las tropas inglesas se preparaban para un desembarco en la zona de Bahía Agradable.
La primera incursión aérea contra los buques ingleses fue llevada adelante por una escuadrilla de aviones Mirage Dagger y otra de A4. El turno del despegue para Vázquez y sus camaradas del Grupo 5 de Caza llegó cerca de las 15. Despegaron seis cazabombarderos pero dos tuvieron que regresar por problemas técnicos.
La misión entonces quedó en manos del primer teniente Danilo Bolzán, los tenientes Juan Arrarás y Héctor Sánchez y el alférez Vázquez.
El ataque de los cazabombarderos argentinos impidió el desembarco inglés y les propinó la peor derrota durante el conflicto bélico de Atlántico Sur. Los Mirage y los A4 destruyeron dos buques de desembarco y causaron 51 fallecidos y 200 heridos entre las tropas enemigas. De acuerdo al sitio wikipedia, fue la mayor cantidad de bajas británicas en una sola batalla desde la Segunda Guerra Mundial.
Pero la pérdida del factor sorpresa fue letal para Bolzán, Arrarás y Vázquez. Los misiles lanzados por los aviones ingleses Sea Harrier terminaron con sus vidas.
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“A pesar de la desventaja de no contar con el factor sorpresa, de las terribles condiciones climáticas reinantes en la zona de operaciones para llegar al blanco, fuimos a cumplir nuestras obligaciones”, recordó en su posteo el único sobreviviente de la misión y sin dudar señaló que sus tres compañeros “cayeron peleando como leones contra el enemigo, haciéndoles pagar caro la osadía. Pocas veces vi tremendo coraje para enfrentar todas las defensas que el enemigo tenía disponibles en ese momento”, narró.
“Serán siempre ejemplo para nosotros de lo que significa el compromiso con la patria, de defenderla aún a costa de la propia vida. No hay día que no nos olvidemos de ustedes y los extrañemos siempre”, aseguró Sánchez.
Ese recuerdo estará más latente que nunca este miércoles, cuando el rosarino Vázquez, ese muchacho que pasó por las aulas de las escuelas Padre Cantilo y República del Líbano, en la primaria, y el Superior de Comercio en la secundaria, sea homenajeado en la ciudad que lo vio nacer.
Desde el cielo, se espera que los poderosos A4 también honren su memoria, ya que está previsto el pasaje de una escuadrilla de estos aviones.