Este enero de pandemia no hubo un éxodo de rosarinos e incluso Santa Fe logró ubicarse entre los primeros diez destinos elegidos para el turismo interprovincial en todo el país. Bares y restaurantes de los corredores gastronómicos de la ciudad recuperaron actividad y hasta algún fin de semana conseguir una reserva pudo ser difícil. Sin embargo, el presidente de la Asociación Empresaria Hotelero Gastronómica, Carlos Mellano, relativizó ese optimismo y más bien centró la mirada en dos factores clave: las restricciones horarias que se mantuvieron y sobre todo, los vencimientos de impuestos y servicios, moratorias y planes de pago, que fueron acordados a lo largo del 2020 y que empiezan a vencer ahora en 2021. “El planteo de que fue un enero de buena actividad, es relativo”, señaló el dirigente del sector, que advirtió que no son pocos los que tendrán dificultades para enfrentar esas obligaciones. Es más, en los últimos días mantuvieron reuniones en busca de apoyo para que la Municipalidad declare al sector en emergencia.
“La gente que años de pandemia sale de vacaciones este enero no se fue y el boom de consumo que atraviesan localidades aledañas como Funes es un reflejo de ese escenario que también mueve la gastronomía, pero no hay que dejar de lado las limitaciones que venimos teniendo y que se mantuvieron”, señaló Mellano.
Es que desde el inicio del verano y aún hoy, sobre los corredores gastronómicos se mantiene una restricción que les permite trabajar de domingos a jueves hasta las 12.30 y los viernes y sábados, hasta la 1.30. Si bien se estableció la ampliación de las veredas para sumar capacidad, los empresarios del rubro habían objetado la franja horaria y afirmaron que mantenerlo “fue un condicionante”.
“El tema es que eso se mantuvo desde diciembre e incluso en enero que es el período de mayor movimiento, ya que febrero es un mes de inicio de actividades académicas y laborales que hacen que haya una merma”, consideró Mellano.
Es más, para dar una idea de que el repunte de la actividad se produjo, pero que aún así el consumo cayo, el dirigente señaló que una de las empresas líderes de bebidas de Rosario que provee al canal gastronómico registró una baja en el ventas del 40 por ciento. “Ese es un dato real en de caída de consumo en términos absolutos y da cuenta del escenario”, agregó.
Pagar las cuentas
La incertidumbre de lo que puede pasar en los meses venideros, sobre todo cuando las autoridades sanitarias hablan de prevenir una segunda ola de contagios de Covid-19, es mucha y sobre todo con la preocupación de que es a partir de los próximos meses que los dueños de los comercios, desde los más grandes a los más chicos, deberán empezar a pagar las cuentas que no se pagaron en 2020.
“Estamos abiertos es cierto, pero empieza a vencer todo lo postergado en los meses del inicio de la pandemia”, alertó Mellano.
Los planes de pagos y las moratorias, los vencimientos de servicios aplazados, todos los mecanismos financieros de ayuda puestos en marcha para el sector son obligaciones a las que ahora habrá que hacer frente con lo recaudado en estos meses.
“Hablo de agua, gas, impuestos municipales y facturas que empiezan a llegar y frente a eso tenemos el combo del trabajo en marcha, pero con ventas limitadas y condicionadas por el horario a lo largo de estos meses”, insistió.
Además, dejó en claro que “la pandemia no terminó todavía y el universo con el que se trabaja sigue siendo reducido porque hay muchas personas por ser mayores, tener enfermedades previas u otras razones se cuida y para eso, no asiste ni a bares ni restaurantes”.
Declarar la emergencia
Desde el rubro gastronómico, Mellano señaló que son los restobares los que tuvieron en estas semanas mayor movimiento, sobre todo porque son los que trabajan desde la mañana a la noche. “Las cervecerías tienen una demanda más restringida con horarios acotados, igual que los restaurantes”, señaló.
A los vencimientos, el dirigente le agregó además que “en la mayoría de los casos, por encima del 90 por ciento, son locales que se alquilan y si bien se lograron muchos acuerdos con los propietarios e incluso beneficios y reducciones, también eso caduca y hay que hacer frente. Y de hecho, hay que decir que esta situación se llevó por delante a un porcentaje importante que cerró”.
Con ese amplio panorama es que la Asociación Hotelero Gastronómica propone que la ciudad, así como lo hizo la provincia, declare la emergencia para el sector, tendiendo en cuenta que fue uno de los “constantemente afectados por las medidas restrictivas impuestas debido a la pandemia”.
Para avanzar en ese sentido en los últimos días de enero, sus dirigentes y asociados mantuvieron reuniones con referentes y concejales para impulsar la medida a nivel local. Habrá que ver si logra consenso.