El 12 y 13 de mayo, 77 obras arquitectónicas de la ciudad podrán ser visitadas por dentro, de manera gratuita, en su estado actual, y bajo el novedoso formato que impulsa Open House, que en esta ocasión desarrollará su primera temporada en Rosario. Destacadas realizaciones históricas y contemporáneas, públicas y privadas, abrirán sus puertas para ser contempladas con fascinantes recorridos internos que estarán acompañados por voluntarios (serán más de 200 en este festival), y en algunos casos también por los propietarios o por los arquitectos responsables de ese inmueble.
El encuentro presenta una convocatoria cultural abierta, ya que no está dirigido sólo a profesionales relacionados a la construcción, sino también al público en general. Su concepto persigue la intención de generar un diálogo entre la comunidad, los arquitectos y las obras, para fomentar un mejor proceso de entendimiento con el entorno construido. La idea es dar a conocer y poner en valor las construcciones que transformaron a Rosario en uno de los centros de referencia más importante de la arquitectura, a nivel nacional y también latinoamericano.
Open House es un festival de arquitectura anual creado por Victoria Thornton, que tuvo origen en Londres, hace 25 años atrás, y en este momento se desarrolla en más de 37 ciudades del mundo, como Barcelona, Nueva York, Chicago, México, Santiago, y Buenos Aires, entre otras.
La atractiva metodología del encuentro plantea poder ingresar y recorrer, de forma gratuita, una serie de edificios privados y públicos de gran valor cultural, histórico, patrimonial y arquitectónico, durante un fin de semana. En ese paso, los rosarinos podrán descubrir historias, anécdotas y vivencias de cada uno de esos espacios, que habitualmente no son accesibles.
Los interesados deben consultar en la web (http://openhouserosario.org/), ya que los cupos son limitados en 8 obras, el resto será libre.
Atravesar las fachadas
"Yo viví en Barcelona y cuando conocí este formato me interesó muchísimo. Porque sirve para poner en valor lo histórico y lo contemporáneo, y permite una llegada al público en general", señaló el rosarino Gabriel Stivala, uno de los responsables del evento en la ciudad, quien confió que junto a sus compañeros del estudio Ohache tuvo que conformar una organización sin fines de lucro para que la propietaria de la licencia le otorgue la facultad de dirigir y coordinar el festival. Y comentó: "Además tuvimos que demostrar que no tenemos relaciones gubernamentales".
"Este festival permite atravesar las fachadas que uno conoce de la ciudad, y recorrer por dentro obras emblemáticas, en su estado actual. Y al ser gratuito, lo pone verdaderamente al alcance de una gran cantidad de gente, y eso es muy bueno", remarcó Stivala.
"Hace más de un año que venimos desarrollando el evento. Y nuestro interés es que se abran obras que nunca se han abierto. Es un concepto novedoso y muy interesante, que hace hincapié en la apertura de obras", sumó el arquitecto y docente.
En tanto, resaltó que "este festival sirve además para confirmar que esta ciudad tiene muchas obras de arquitectura de calidad".
"Sin dudas, en el aspecto del desarrollo y la reflexión intelectual, la arquitectura rosarina está muy pulida. Pero hay que atravesar esas fronteras de la disciplina para que la gente común también pueda identificarla", subrayó Stivala.
el más solicitado. Edificio Altamira, de Rafael Iglesia.