Foto: Sebastián Suárez Meccia / La Capital
Un tercio de los lapachos de Rosario se encuentran en el distrito centro.
Apenas si arrancó la primavera y ya se multiplican en redes las fotos de los lapachos florecidos en las calles de Rosario. Las flores rosadas características de estos ejemplares, que si bien no son los que más hay en la ciudad, se llevan todos los flashes. Actualmente, la mayor parte de ellos son árboles jóvenes y hay dos tipos; uno de ellos, nativo del bosque santafesino.
Según el último censo de arbolado de la Municipalidad, publicado en 2015, hay más de 3.400 lapachos en la ciudad, lo que representa el 1,6% del total del arbolado público. Alrededor de una tercio están en el distrito centro.
En mayor medida, hay dos tipos de lapachos en la ciudad: el lapacho rosado y el lapacho negro. Este último es nativo de la provincia y el más frecuente, según explicó a La Capital el naturalista César Massi: “El lapacho negro tiene flor rosada y es nativo del norte de Santa Fe, del bosque del Chaco húmedo”.
Según un informe de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), la floración del lapacho negro en Rosario comienza en la primera quincena de septiembre, algo que se viene comprobando en las últimas semanas que varias veredas de la ciudad ya dejan ver los tonos característicos de este ejemplar. “Aproximadamente, 30 días después aparecen las primeras hojas, produciéndose la maduración de los frutos entre enero y febrero”, agrega el informe.
Los cuidados “no son muchos”, detalló Massi: “Sólo el primer año, cuando es plantín. Pero no tiene problemas en el entorno urbano”. Los lapachos resisten vientos intensos por poseer un sistema de raíces fuerte, aunque son sensibles a las heladas cuando son "jóvenes". Además, prefieren suelos livianos, profundos y húmedos.
Si bien su nombre común es lapacho negro, la floración de estos ejemplares van de un rosado morado a un rosado pálido. “El lapacho se reproduce fácilmente por semillas, pero la siembra debe hacerse apenas estén maduras las semillas, ya que el poder germinativo es corto. Es posible la multiplicación por medio de trozos de raíces”, agrega el informe de Agrarias.
Massi detalló que el lapacho es un árbol de “primera magnitud” y que alcanza grandes volúmenes: “Es de crecimiento medio, tirando a lento. Puede ser un árbol que tenga casi 20 metros de alto y una copa bastante ancha”. Algunos ejemplares llegan a ser todavía más altos.
Los lapachos que están en las veredas de la ciudad son jóvenes, según comentó el naturalista, y un caso de lapacho más antiguo puede encontrarse en la facultad de Derecho de la UNR: “Ese es el tamaño final que tienen”.
“Los lapachos tienen mutaciones a lapacho albino, que son ejemplares blancos como algunos que hay en el parque España. El lapacho blanco, en realidad, es un lapacho negro o rosado, pero albino”, concluyó.
Por Javier Felcaro