En 2017 la realizadora Jimena Chaves escuchó con paciencia a ex combatientes de Malvinas para un documental sobre la música que los acompañaba en 1982. Así descubrió que en su discurso tarde o temprano todos caían en un tópico común: sus madres -desde cómo las recordaban mientras estaban en las islas a qué sentirían si no lograban regresar a sus hogares con vida. Fue la chispa que encendió el fuego creativo que hoy arde en Matria, película en preproducción sobre cuatro madres de soldados caídos, de la cual este fin de semana habrá un adelanto en forma de exposición visual en el Museo de la Ciudad.
“A estas mujeres la historia no las abrazó”, descubrió entonces Chaves, y además de enojarse decidió abrazarlas ella misma a través de un documental que empezó a escribir en plena pandemia y todavía no sabe cuándo podrá rodar ya que sólo una de las mujeres elegidas reside en Rosario, por lo que debe desplazarse por el país para filmar. De hecho, una de ellas murió mientras las restricciones de la cuarentena impedían los viajes, y a su vez el proyecto se consolidaba e incluso cosechaba premios importantes.
“Me interesa contar la historia desde el punto de vista de las madres, presentar esta temática. De ahí nace la muestra, como un desprendimiento, como una apertura, como una búsqueda”, explicó la directora de 35 años, que integra el colectivo de Mujeres Audiovisuales de Rosario (MAR) desde sus inicios. “Las películas también pueden tener otras materialidades, como las que vamos a exponer el fin de semana, en las que uno no solo muestra sino también indaga, aprende y profundiza el proceso creativo”, conjeturó. En este caso sus especulaciones artísticas se hicieron realidad, a partir del interés del Museo de la Ciudad Wladimir Mikielievich, de Oroño al 2300, donde este sábado a las 17 se inaugura la exposición.
“Se pueden ver unos retratos que hizo Germán Gentile, artista rosarino que también es el autor del afiche de la película, y habrá una pequeña charla para explicar todo esto”, anticipó Chaves en referencia al conversatorio de las 18, del que participarán la curadora Ainelén Bertotti Burket, la cineasta Cecilia del Valle -tutora de Matria a través del programa Mapa Federal- y un ex combatiente. A las 19 los actores Anabel Martín y Enzo Bonori representarán una escena relacionada con lo íntimo, el despojo, el detenimiento en el tiempo, algunos de los ejes del documental en producción. “Después de la performance, en el piso va a quedar una obra, que se podrá ver el domingo”, deslizó la realizadora. En efecto, el 4 de abril será el segundo y último día de la muestra, abierta para su recorrido en el museo municipal del Parque Independencia, de 9 a 13 y de 17 a 20.
Empatía, feminismos y subjetividad
Chaves tiene en su propio árbol familiar una ausencia, la del marinero de 17 años Juan Ramón Turano, quien luchó y murió en el conflicto, y en cuyo honor se denominó Punta Torano a un sector ubicado en el noreste de la isla Gran Malvina. Oriundo de Victoria, Entre Ríos, el muchacho era uno de los hijos de su tía abuela Juana. Sin embargo fue hace cuatro años, al escuchar el relato de los soldados sobrevivientes para el documental “Lo que teníamos en la cabeza”, que la realizadora empatizó con las madres de quienes no habían regresado de la guerra. Mujeres que superan los 80 años y podrían ser sus abuelas, protagonistas de una tragedia cuando ella, que ahora también es mamá, todavía no había nacido. Así fue que eligió acercarse a la biografía de Juana, fallecida el año pasado, y a las de Elma, Delmira y Gonaria, la única rosarina. Las restantes viven en las provincias de Corrientes y Buenos Aires.
“La idea es poner el eje en las madres y en su subjetividad, no en lo político”, advirtió Chaves, y contó que “a pesar de que sufrieron un montón, siempre hablan desde el amor y recalcan que representan a todas las madres”. En un escenario de incertidumbre por la evolución de la pandemia, la directora y guionista de Matria abre nuevos surcos para su proyecto creativo mientras espera que en los próximos meses se garantice la movilidad por la Argentina de modo de avanzar con la película. En esa iniciativa la acompañan como productores artísticos Agustín Sánchez Ordoñez y Carmina López.
“En este país es difícil hacer cine y más aún siendo mujer. Pero ya voy por mi segunda peli, que es un largometraje”, concluyó Chaves, que empezó a desempeñarse en el rubro en el área de sonido directo hace 13 años. Nacida en Paraná pero radicada desde hace dos décadas en Rosario, se asume feminista y en los hechos se verifica esa perspectiva. La de subrayar que lo personal es político. La de contar desde una mirada diferente e invisibilizada la vivencia de la guerra por la recuperación de las islas, esa herida colectiva que a 39 años permanece abierta.