UNR Emprende, la cátedra libre implementada hace dos años en la Universidad Nacional de Rosario suma cada vez más alumnos. El año pasado, los inscriptos pasaron de 130 a 234; en su mayoría jóvenes, estudiantes avanzados o graduados recientes de distintas disciplinas. Unos cien ya completaron el cursado de los módulos, que incluyen desde herramientas de comunicación hasta líneas de financiamiento, desarrollando proyectos tan variados como deliverys nocturnos de postres y plataformas para la producción de enzimas industriales.
La cátedra surgió en el marco de la primera Semana Global del Emprendedor, una serie de workshops, muestras y competencias que se desarrollan en distintas ciudades del mundo y que llegó a Rosario en 2015, organizada por la Secretaría de Producción y Desarrollo del municipio, la UNR y fundaciones como Endeavor, JCI o Criar, entre otras instituciones.
Las clases comenzaron a dictarse un año después con 130 inscriptos. El año pasado, los postulantes superaron las expectativas de los coordinadores. Fueron 234 y hubo que seleccionarlos en base a una presentación de proyectos.
La cátedra de emprendedores se distingue de otras experiencias de la UNR por dos particularidades, no está instalada en ninguna facultad sino que depende directamente de la Secretaría de Vinculación Tecnológica y, además, las clases son abiertas lo que posibilita que participen de ellas tanto estudiantes y graduados, como personas sin vínculo con la universidad.
Marisol González es la coordinadora de la cátedra que se desarrolla en un año lectivo e incluye módulos sobre identidad del proyecto, lineas de financiamiento económico y comunicación digital, entre otros. Pero, más allá de la cuestión formativa, dice González, "el valor agregado de la cátedra es el encuentro y la reunión de emprendedores de distintas áreas".
En base a esa mixtura, incluso en las clases surgieron algunos proyectos interesantes. "Una chica que es licenciada en administración y una contadora pública se conocieron durante el cursado y armaron un emprendimiento relacionado con el asesoramiento a pequeñas empresas en la rama de las ciencias empresariales. Y otro grupo de chicos, ingenieros y arquitectos, empezaron a hacer sensores ambientales", recuerda la coordinadora de UNR Emprende.
De máquinas parlantes y otras Ideas
Repasar el listado de emprendimientos que como trabajo final presentaron quienes participaron de la cátedra es como asomarse a un mundo de ideas frescas y oportunas. Como en las viejas boticas, hay de todo: un chatbot que atiende automáticamente a los clientes que visitan las tiendas online o fanpage de Facebook, una revista cultural digital, un delivery nocturno de postres, kayaks desarmables y una plataforma biotecnológica de producción de enzimas industriales.
"Ese es el mayor potencial que tiene la cátedra —afirma Gonzalez—, reunir gente que viene de distintas disciplinas, con distintos perfiles".
El fin último es "democratizar el emprendedurismo". Desde las clases "no apostamos al emprendedor exitoso, sino a emprendimientos que puedan crear valor, en el sentido de que sean asociativos, que tengan viabilidad y un impacto positivo. Y recuerda que muchos emprendedores llegan después de experiencias laborales como empleados "por eso se trata de insistir en que sean emprendedores responsables".
Con historia emprendedora
Un estudio realizado por la Fundación del Banco Municipal de Rosario demuestra que en la ciudad hay cada vez hay más trabajadores cuentapropistas y una menor proporción de empleados en relación de dependencia. En diez años aumentó 25 por ciento la cantidad de rosarinos que abrieron su negocio o emprendimiento, pasando de representar el 19,4 por ciento del total de la población ocupada local en 2004 al 24 por ciento en 2014.
Más allá de que el emprendedurismo cuenta actualmente con prensa a favor y numerosas lineas de apoyo estatal, "Rosario tiene, por su historia y sus características, una gran experiencia emprendedora", señala González. Quizás esa sea la clave para explicar el interés que despierta la propuesta entre los jóvenes, en su mayoría estudiantes de los últimos años o graduados recientes de distintas facultades que se sienten atraídos por "la autonomía, la iniciativa de crear algo nuevo o de transformar una investigación en un proyecto productivo", enumera la coordinadora de la cátedra.
En dos años, UNR Emprende ya tiene cien graduados y, según un sondeo informal, la gran mayoría sigue trabajando en sus proyectos.