Con una fuerte reivindicación de la democracia participativa, y una invitación a recuperar la oralidad y el diálogo cara a cara en tiempos de "fake news" (noticias falsas), el sociólogo portugués Boaventura de Sousa Santos cerró ayer el discurso que brindó tras recibir el título de Doctor Honoris Causa de la Universidad Nacional de Rosario (UNR). El reconocimiento llegó de manos del rector de la UNR, Héctor Floriani, y del decano de la Facultad de Ciencia Política, Franco Bartolacci.
El SUM de la Facultad de Arquitectura, inundado de docentes y estudiantes, fue el cálido marco que celebró la visita del sociólogo portugués a Rosario. Una ciudad que, confió, siempre quiso conocer, pero que recién ahora se pudo concretar. Su visita se dio en el marco de su participación en el Encuentro de la Red Sentipensante, un espacio sobre metodologías participativas para la transformación social.
"Yo que soy hombre de río me quedé impactado por el Paraná", confió el pensador portugués nacido hace 78 años en Coímbra, a orillas del Mondego. De Rosario recordó las invitaciones que recibió, pero no pudo concretar, en el marco de los inicios del Presupuesto Participativo (PP), tema que había estudiado en su trabajo en Porto Alegre, donde fue uno de los impulsores del Foro Social Mundial.
El afecto que cosechó el profesor portugués se hizo patente en cada aplauso, cada abrazo y cada "selfie" que aceptó gustoso sacarse con los jóvenes de la Facultad, quienes desde hoy pueden llamarlo "profesor".
Ante un auditorio compuesto esencialmente por docentes y estudiantes universitarios, llamó a luchar contra "los crímenes de lesa humanidad de estos tiempos, como los financieros y ambientales".
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Foto: Sebastián Suárez Meccia / La Capital
Democracia y capitalismo
Reconocido tanto en el mundo académico como en el de los movimientos sociales, Boaventura de Sousa Santos recordó que éste es el año de centenario de la Reforma Universitaria del 1918. Y por eso invitó a los universitarios a hacerse "preguntas fuertes, aunque las respuestas sean débiles".
"La pregunta fuerte que les quiero proponer hoy es si la democracia es compatible con el capitalismo", lanzó al inicio de su discurso. Una cuestión que admitió "provocadora", pero que entiende necesaria por la tensión que existe entre ambos conceptos.
Describió en este sentido cómo la idea de una democracia como "soberanía popular" entra en colisión con el principio de la acumulación infinita del capitalismo. Y que entonces, "lo que impide la acumulación se privatiza, como la educación pública, la salud y hasta el cobro de impuestos a empresarios, que se reducen mientras se piden préstamos al capital financiero internacional".
"La pregunta fuerte que les quiero proponer hoy es si la democracia es compatible con el capitalismo" Advirtió que hoy el ejercicio democrático se limita a sólo a la democracia liberal representativa, con el peligro de un mercado que pueda manipular procesos democráticos, mediante las llamadas "fake news" que propagan por las redes sociales y WhatsApp, lo que representa "una perversidad sin cambio constitucional, porque no es dictadura".
"Estamos en un tiempo de posdemocracia, donde el debate ideológico terminó con el Muro de Berlín. Y si no hay alternativa no hay política. Por eso todo se despolitiza. Entonces, un gobierno puede ser destruido porque es corrupto. Y estamos todos en contra de la corrupción, pero se usa de forma selectiva, para destruir el sistema democrático, como en los 90 en Italia con (Silvio) Berlusconi o en Brasil con (Jair) Bolsonaro", indicó.
Así, para el sociólogo "la despolitización es el peor mal de la democracia"; sugirió ir más allá de la democracia liberal del voto, y se preguntó: "Para la gente de la periferia de Rosario, ¿qué significa votar cada cuatro años? Muy poco. Tienen que vivir todos días y alimentar a sus hijos".
"En los 70 teníamos democracia popular, desarrollista, de la liberación, participativa, representativa, directa. Treinta años después sólo hay democracia liberal representativa", dijo el pensador portugués. Por eso propuso "radicalizar y complementar" la democracia representativa con una mirada participativa y comunitaria. Y en el marco de esta idea destacó la experiencia del Presupuesto Participativo de Rosario.
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Foto: Sebastián Suárez Meccia / La Capital
Frente al peso de las noticias falsas en las elecciones, como sucedió en los Estados Unidos o recientemente en Brasil, destacó la metodología "participativa y conversacional".
"La única manera —dijo— de vencer al WhatsApp y las fake news es apostar a las relaciones cara a cara. Eso fue parte de la destrucción de la democracia en Brasil. Hay que volver a hablar unos con otros, conversar. Recuperar las ruinas de la modernidad democrática y participativa de las comunidades eclesiales de base y otras formas de organización popular con una lógica oral".
Por eso la extensión universitaria es un departamento estratégico en el futuro. Hay que recuperar el conocimiento oral, porque la universidad pública ya no tiene el apoyo de las élites. El apoyo social de la ciudad y la comunidad es el que un día va a salvar a la universidad si los fascistas intentan hacerle daño".
"Vivimos en sociedades políticamente democráticas y socialmente fascistas", alertó Boaventura de Sousa Santos. Por eso, a modo de cierre invitó a "radicalizar la democracia como alternativa al fascismo, que está llegando de una manera muy disfrazada que nos puede engañar".