Ceder las imágenes de las cámaras de vigilancia privadas a la red de control del municipio a cambio de un descuento en el pago de la tasa general de inmuebles (TGI) es el eje central de una ordenanza aprobada durante la última sesión del Concejo Municipal. La normativa crea en Rosario el Programa de Expansión del Sistema de Monitoreo y Videovigilancia. La propuesta busca sobre todo "ampliar el control en el espacio público" y sumar puntos de control a través de la captación de imágenes a los 153 que actualmente tiene el municipio en la ciudad. Aunque aún resta la reglamentación de la ordenanza, ya está establecido que el beneficio de quienes adhieran al sistema no podrá ser menor del 10 por ciento.
"Con esta ordenanza, la cámara que enfoca a la vía pública se puede incorporar a la videovigilancia de la ciudad, multiplicar la cantidad y encima pagás menos TGI. Ganamos todos. Vamos a ir incorporando más cámaras al sistema de videovigilancia municipal, que hoy claramente no está a la altura de lo que una ciudad como Rosario merece con 153 cámaras", explicó el edil justicialista Lisandro Cavatorta, autor de la iniciativa, quien no dejó de señalar la expectativa de que con este paso se logre "duplicar la cantidad de cámaras".
El concejal puso como ejemplo, al señalar la insuficiencia de los equipos instalados en Rosario, el escenario de otras ciudades del país. Sin ir más lejos, señaló que Funes, que no alcanza los 70 mil habitantes, cerrará el 2022 con 200 cámaras y Mar del Plata ya cuenta con un sistema de 2 mil equipos propios con la mitad de la población que Rosario. "Estamos hablando de ciudades, como Rosario, sin policía propia", advirtió Cavatorta.
Actualmente, a los 153 equipos incluidos en el Centro Integrado de Operaciones Rosario (Cior) que depende de la Secretaría de Control Municipal, se suman los que son parte del sistema de emergencias 911 y que monitorea la Policía de Santa Fe. "En total suman unas 800 en Rosario", explicó el edil que rápidamente aclaró que lo que no se sabe fehacientemente es si en su totalidad están en funcionamiento y si son todas monitoreadas.
De hecho, en más de un caso sucede que ante un hecho delictivo, la Justicia debe recurrir a las cámaras privadas, ya que las de la red pública, sean municipales o provinciales, están fuera de servicio. En ese sentido, Cavatorta apuntó que justamente la ordenanza busca agilizar un procedimiento que ya existe (la gestión de la Justicia para la obtención de las imágenes de un equipo privado es lenta), sino además "fortalecer el sistema para que ante esas situaciones se pueda hacer una trazabilidad de lo que sucedió: ver por dónde huyeron, a qué vehículo se subieron o en qué calle doblaron".
La cesión de imágenes
Si bien tanto municipio como provincia señalan la necesidad de ampliación de los sistemas de control, en los hechos, el concejal destacó que “hoy muchísimos comercios, edificios, casas y negocios tienen su sistema de videovigilancia privado" que permitirían fortalecer las redes. "Que se use para el bien de todos", dijo el edil e incluso añadió que "la mayoría de las imágenes de cámaras que vemos en los medios de comunicación son privadas. Tenemos que usar esa tecnología, que todo el mundo tiene, para que el sistema de cámaras municipal sea más robusto".
En la propuesta, en la que aún falta la reglamentación que quedará en manos del Ejecutivo municipal, está previsto que la cesión de las imágenes al municipio sea voluntaria, gratuita y solo incorpore las imágenes sobre el espacio público.
"Quizá todos esos equipos no estarán siendo monitoreados en tiempo real, pero eso sí dará un acceso fácil y rápido a las imágenes una vez que sean requeridas sin necesidad de llevar adelante procedimientos que tardan hasta 10 días", agregó.
Previa creación del Registro Municipal de Sistema de Captación de Imágenes del Programa de Expansión del Sistema de Monitoreo y Videovigilancia que permita relevar a todos aquellos inmuebles que hagan uso de dispositivos privados que capten imágenes del espacio público, las posibilidades de implementación ya fueron conversadas con el municipio.
A cambio beneficios
Para Cavatorta, el objetivo de duplicar la cantidad de cámaras es, a su vez, "un mensaje para que el delito sepa que la ciudad está siendo vigilada"; sin embargo, a la hora de lograr que los vecinos y titulares de los equipos pasen a ser parte de esa red hay que convencer a los ciudadanos y, para eso, se proponen beneficios fiscales.
Puntualmente, se establece un descuento en el pago de la tasa general de inmuebles para los titulares de la cámara, una proporción que aún no está estipulada y que quedará por definirse en en la reglamentación de la ordenanza.
Una vez registradas y definida la cesión, los particulares se sumarán al sistema a través de convenios con el municipio, donde además quedará establecido el beneficio que recibirán a través de una bonificación en el pago de la TGI. Del mismo modo que se establece que el mantenimiento, adecuación y cuidado de los dispositivos y enlaces de los equipos continuarán a cargo de los particulares.
Aunque los detalles aún deben definirse a través de la reglamentación, el proyecto aprobado ya establece un piso de bonificación del 10 por ciento. Esa exención, detalla, se extenderá por el plazo que se determine en el convenio y estará sujeta al cumplimiento de los deberes establecidos en ese acuerdo.
"Difícil factibilidad técnica"
En términos técnicos, Cavatorta mantuvo encuentros con el secretario de Modernización del municipio, Germán Giró, y el concejal afirmó que "la incorporación al sistema es posible y se llevará adelante a través de la cesión de una clave por parte del titular de la cámara que le habilita el acceso a las imágenes".
Sin embargo, desde el municipio señalaron que la aplicación no es tan sencilla. Incluso pusieron en duda que cualquiera de las cámaras instaladas por privados puedan efectivamente funcionar dentro del sistema municipal.
Desde el Palacio de los Leones, ante la aprobación de la ordenanza, indicaron que para la implementación "son varios los puntos a tener en cuenta" y manifestaron sobre todo "las diferentes tecnologías que hay en la ciudad y los tipos de cámaras que están en funcionamiento: hay algunas que graban, otras que transmiten por internet".
Aunque admitieron la posibilidad de avanzar en un registro de usuarios que compartan las contraseñas de acceso a las imágenes, marcaron "la dificultad para incorporarlas al sistema municipal" y hablaron de "cuestiones de compatibilidad que deben ser tenidas en cuenta".