La gerencia de Falabella le comunicó hoy a sus empleados que posterga el cierre de la sucursal Rosario. Si bien estaba prevista para el 31 de mayo, finalmente seguirá abierta hasta el 12 de junio, según confirmaron a este diario los delegados gremiales. La medida obedece a que se enviarán para liquidar productos remanentes que quedaron del local que la compañía tiene en el shopping Unicenter de Buenos Aires, cerrado hace dos semanas.
“Hoy nos informaron que se posterga el cierre al 12 de junio. Según la explicación que nos dieron desde la gerencia, van a enviar a Rosario los productos que quedaron en el local del shopping Unicenter, cerrado hace dos semanas por las restricciones que hay en Buenos Aires por la pandemia”, indicó a La Capital María Ramírez, delegada gremial de la tienda.
Largas filas
Mientras las filas diarias de clientes que esperan por peatonal Córdoba para acceder a las ofertas y liquidaciones en Falabella superan los 300 metros, en términos generales la novedad fue bien recibida por los empleados, según explicó Ramírez.
“Transitamos un estado de ansiedad permanente por toda la situación, pero la verdad es que la mayoría lo recibió bien. La verdad es que todos queremos trabajar, y aunque sean 12 días más, eso significa proporcionalmente más liquidación de salarios, vacaciones y aguinaldo”, indicó la delegara.
>>Leer más: Falabella cierra su emblemático local en el corazón de Rosario
“Nos dijeron que como el contrato termina el 31 de mayo, el empleado que decida dejar de trabajar ese día lo puede hacer, pero por ahora la mayoría decidió quedarse”, agregó Ramírez.
Conductas inapropiadas
Mientras tanto, siguen algunas conductas inapropiadas de algunos clientes que se acercan cotidianamente para aprovechar las ofertas. Según indicó la empleada, cuando se acerca el horario de cierre, sobre las 18, y el personal de seguridad tiene que poner un límite al aforo por cuestiones sanitarias, las personas que aún están afuera pugnan por entrar, lo cual ha generado algunos incidentes.
“La gente no entiende que se deben cumplir los protocolos, y hemos tenidos que intervenir para explicar amablemente que llega un horario en el que no puede entrar más gente. Algunos son muy irrespetuosos y tienen palabras ofensivas hacia los trabajadores, sin tener en cuenta el momento que atravesamos”, dijo finalmente Ramírez.