Alexis Gómez estuvo detenido seis años. Cumplió su condena y salió del penal con la convicción de que no volvería nunca más, actualmente está al frente de la Cooperativa La Esmeralda, un emprendimiento de panificación gestionado por ex detenidos y la Fundación Tercer Tiempo, una organización que acompaña el egreso de varones y mujeres de los penales del sur provincial. Este martes, a las 10, la entidad estrenará el equipamiento adquirido con fondos de la Unión Europea y presentarán una propuesta para que los bienes decomisados al delito puedan cumplir fines sociales.
En los talleres de calle Esmeralda al 2900, donde la fundación tiene su base operativa, hay más historias como la de Alexis. Las que se empezaron a escribir hace siete años, cuando Tercer Tiempo empezó a impulsar la práctica de rugby en las cárceles del sur provincial.
"Ese dispositivo lúdico, la enseñanza el deporte es la excusa para un primer acercamiento", explica Fernando Benítez, presidente de la entidad que hace dos años se sumó a la Red Creer, un espacio colaborativo que impulsa iniciativas colectivas orientadas a la inclusión socioeconómica de personas privadas de la libertad, liberadas y sus entornos directos.
A través de esa alianza accedieron a fondos de la Unión Europea para equipar los espacios de la cooperativa La Esmeralda y empezaron a trabajar en conjunto con la red Libera en un proyecto para que el Estado gestione proyectos de impacto social con los bienes confiscados a las organizaciones delictivas. Todo eso se presentará este martes, a partir de las 10, en la sede de barrio Tablada.
Una red
Libera es una organización italiana que impulsó la creación de la Agencia de Administración y Destinación de los Bienes Secuestrados y Confiscados a la Criminalidad Organizada, dependiente del Ministerio del Interior de Italia. La propuesta inspiró el proyecto "Bien Restituido" que diversas organizaciones sociales, religiosas, sindicales y miembros del poder judicial presentaron en la Cámara de Diputados de la Nación.
En la provincia de Santa Fe existe una Agencia Provincial de Registro, Administración y Destino de Bienes y Derechos Patrimoniales (Aprad), dependiente del Ministerio de Gobierno, y encargada de resguardar y subastar los bienes secuestrados y decomisados al delito. Pero lo que proponen estas organizaciones es ir un paso más adelante y que sea el Estado el encargado de gestionar esos bienes y desarrollar con ellos emprendimientos sociales.
Benítez lo explica usando el ejemplo de las propiedades decomisadas a la banda rosarina liderada por el narcoempresario Esteban Lindor Alvarado, quien purga una condena a prisión perpetua. "Una de las viviendas ya es la tercera vez que va a ser subastada y nadie la compra, por más que se ofrece muy por debajo de su valor no encuentra oferentes. Nosotros proponemos que esos inmuebles o vehículos se usen en proyectos productivos gestionados por el Estado", señala.
Y advierte que, muchas veces, "actualmente se pierde un tiempo muy valioso para la adjudicación de los bienes que pueden ser reutilizados socialmente y destinados a subsanar el daño que el accionar delictivo produce en algunos sectores de la sociedad".
Base de operaciones
En la casona de calle Esmeralda, donde tiene su sede Tercer Tiempo, no sólo funciona la cooperativa de alimentos. También montaron una cooperativa textil. De cada participan seis personas que transitaron conflictos con la ley y recuperaron su libertad. La mayoría son jóvenes, varones y mujeres.
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La cooperativa de alimentos produce el catering que sirven varios clubes de la ciudad en el tercer tiempo de los partidos de rugby y de hockey. La textil está desarrollando un proyecto para confeccionar indumentaria deportiva.
Los sandwiches, las pizzas, los alfajores o las medialunas van acompañados de una leyenda que agradece la compra y recuerda que los productos además de tener buenas materias primas y elaboración cuentan con un importante valor social.
Pero el lugar está abierto a los vecinos del barrio que pueden acercarse a cursar los talleres de capacitación en oficios que se financian con fondos de programas provinciales y nacionales. "Trabajamos con jóvenes en su capacitación laboral, pero también proponemos un abordaje terapéutico individual. De lo que se trata es de que las personas puedan tener armar un proyecto de vida", explica Benítez.
En eso andan Alexis y sus compañeros de la cooperativa La Esmeralda.