Tras varios meses de discusiones, el proyecto para modificar el Código de Faltas municipal, que pasará a llamarse “de Convivencia”, se tratará en el Concejo en octubre; incluso, se desliza que una fecha estimativa puede ser el jueves 21. Restan definir consensos sobre algunos temas que generaron controversia, como los jurados vecinales o la presentación de pruebas por parte de vecinos ante la denuncia de una infracción en la vía pública, para redactar el proyecto definitivo sobre el que votarán los ediles.
Uno de los temas que más disputa generó fue el de los jurados vecinales. Se trata de un tribunal de vecinos convocados para participar en juicios de faltas o contravenciones que, desde el principio generó reparos. Quienes lo cuestionaron, hablaron de que se podría profundizar una mirada estigmatizante sobre distintos grupos sociales a la hora de que los vecinos emitan un veredicto sobre situaciones que involucren a sus pares.
En diálogo con La Capital, el concejal oficialista Fabrizio Fiatti aseguró: “Defendemos la figura de los jurados vecinales y estamos en un proceso de convencimiento hacia los demás ediles. Es una figura novedosa sobre la que no hay tanta resistencia en torno al fondo, sino en cómo se llevaría adelante”.
El edil, que forma parte de la comisión de Gobierno en la que se debatió el proyecto de modificación del Código de Convivencia, hizo hincapié en que también se está discutiendo “la posibilidad de responsabilizar a los padres por hechos de faltas de sus hijos”.
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“Pensamos que esto puede ser útil para daños en el espacio público, en virtud de que podamos construir un nivel de responsabilidad del adulto por ese hecho. Hay antecedentes en Montevideo y en la provincia de Mendoza, pero tenemos que encuadrarnos dentro del esquema jurídico de acá”, explicó.
En consonancia con esa propuesta, Fiatti se explayó respecto de la posibilidad de que un vecino presente fotos de infracciones como evidencia ante eventuales faltas: “Lo habilitamos porque pensamos que no está restringido a un tipo de falta particular, sino que el vecino pueda participar en un procedimiento que tenga en cuenta lo que pueda aportar”.
Otro de los temas que originaron disputas es el trabajo de los cuidacoches en la ciudad. El proyecto oficial plantea que la actividad será punible siempre y cuando exista algún elemento de amenaza: “Toda aquella persona que, mediante actos determinados obstruya o altere la fluidez o seguridad del tránsito, o que mediante actos extorsivos o de cualquier otra manera se arrogue preferencia de uso de la calzada o parte de la misma sin autorización de la autoridad, será sancionada con multa, con la opción de tareas comunitarias”, señala el proyecto del nuevo Código.
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Obras particulares
Por estos días, los concejales están trabajando en definir el apartado que refiere a obras particulares, según indicó Fiatti: “Lleva mucho tiempo porque muchos expedientes que llegan al Concejo tienen que ver con los tipos de infracciones que se cometen. Hay un nivel de detalle que hay que mirar, estamos trabajando con fuerza en esa cuestión”.
Además, Fiatti comentó que hay otras cuestiones en debate, como diversos procedimientos referidos a descargos digitales para infractores.
Si bien resta la redacción del proyecto de modificación del Código de Convivencia, desde la comisión de Gobierno indicaron que el objetivo es tratarlo en el recinto del Concejo Municipal en octubre. Incluso, algunos anticiparon que el jueves 21 sería la fecha indicada.
“Son muchos artículos y la mayor parte no tiene objeciones. Los casos que sí las tienen provienen de bloques variados. Por eso, a veces se dificulta trabajar entre el proyecto original y las modificaciones”, concluyó Fiatti.
