Durante la apertura de sesiones ordinarias en el Concejo este jueves, el intendente Pablo Javkin mostró una serie de mapas, de Rosario y Argentina. Estas imágenes buscaron graficar la problemática de seguridad sobre la cual el mandatario local abundó en su alocución.
Pero, ¿cuál es la importancia de cada uno de estos mapas? ¿Cuál fue la información que se ofreció en cada gráfico?
"Quiero mostrarles un mapa. Estos son los penales en donde están concentrados los delincuentes de extrema peligrosidad. No son tantos. Lo venimos exigiendo. Pongan inhibidores de señal y control estricto de las comunicaciones para que no puedan ordenar más crímenes desde las celdas. Con decisión política y con la puesta en funcionamiento de la desmantelada división de Inteligencia Penitenciaria debería ser posible terminar esa especie de home office del delito", planteó a mitad de su discurso Javkin.
Fue cuando se pudo ver en pantalla un mapa de Argentina con algunas partes de Santa Fe, Buenos Aires y Chubut ampliadas con zoom. En lista, se precisaban los nombres de los penales federales distribuidos en el país.
"Quiero mostrarles otro mapa, un mapa que nos duele", continuó en otro tramo Javkin.
"Cada sector marcado en rojo es un lugar de Rosario en donde hay mayor accionar de la narco mafia. Como verán, son 5 puntos de la ciudad, el 13% del territorio que concentra la mayoría de los hechos que involucran armas de fuego. Como verán, no son tantos y lo venimos exigiendo desde que asumimos: ahí tienen que estar las fuerzas federales actuando. Los delitos que allí suceden son de extrema gravedad, pocas veces hay persecuciones, pocas veces hay detenciones, muchas veces hay muertes. Este es el mapa. Esos son los lugares", explicó.
El segundo mapa que llegó, en blanco y rojo, fue un "mapa de calor". Allí se puede observar, a simple vista, cómo los hechos delictivos de gran violencia se concentran en solo cinco lugares de la ciudad. La clave es la gradualidad del rojo.
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"Con coordinación, inteligencia y valentía, no debería ser tan difícil ganar esos territorios para la gente buena", remarcó el intendente.
Y hubo un mapa más. El más simple de todos.
"Esta es Rosario. En todo el resto de la ciudad tiene que estar la policía de la provincia de Santa Fe en la calle cuidándonos a todos. Venimos exigiendo en cada mesa de trabajo que necesitamos al menos 5000 agentes bien equipados y capacitados y 400 patrulleros circulando con tecnología para la prevención y la detención", sostuvo.
"Hoy, estamos muy lejos de ese número, hace falta llegar a él lo antes posible", señaló.
"Veamos una vez más el mapa de Rosario. Para todo este territorio y para la complejidad que tiene la trama narcocriminal, hay un 35% de cargos vacantes en la estructura de la justicia federal. Faltan designar 9 jueces y 4 fiscales. Hay que instrumentar urgentemente el Sistema Acusatorio Penal convocando a la comisión Bicameral. No podemos seguir interviniendo con un sistema de hace 43 años desbordado de causas y falto de personal. Algo inaudito para la situación que estamos viviendo. Exigimos la constitución de una Policía Judicial Provincial con dependencia del poder judicial y a disposición de los fiscales para la investigación de casos, un punto pendiente de la reforma del código procesal penal en Santa Fe", planteó el mandatario local.
Este último mapa buscó mostrar también otra cosa. "Quiero compartir con ustedes la necesidad que tiene Rosario de explicarle al resto de la Nación porque nos pasa lo que nos pasa. Hay un dato inobjetable: estamos en el centro logístico más importante de la Argentina. Desde aquí se distribuye buena parte de lo que mueve la economía nacional. Y desde aquí sale la gran mayoría del cargamento de alimentos con el que el país comercia con el mundo. Nos atraviesan rutas, nos bordea una hidrovía. Por eso, la mafia usa a Rosario como punto neurálgico. En Rosario no se produce droga, no se cocina droga. En Rosario no se producen armas, no se producen balas. Las drogas, las armas y las balas llegan por esas rutas y por esa hidrovía atravesando miles de kilómetros sin que nadie las controle. Esas drogas, esas armas, esas balas son las que matan a nuestra gente".
Enfatizó, entonces: "No vamos a parar de exigir que se controlen todas las vías de acceso, porque es imprescindible para cortar la economía delictiva".