Obras y demoliciones
Los principales focos son las obras en construcción y demoliciones. Según datos oficiales de la Municipalidad, son unas 400 las obras en marcha en la ciudad. "En el centro y macrocentro de Rosario, donde hay muchas obras, es común ver roedores. Cuando hay grandes movimientos de suelo, ni hablar si hay una demolición, siempre se producen desalojos de roedores hacia los linderos", explicó Hernán Fabro, gerente técnico de Desinfectal, una firma de desinfección de hogares.
Gabriel Cienia, titular de Espacio Green, otra empresa de plagas urbanas, indicó que "el movimiento de cimientos y escombros altera el hábitat de los roedores y hace que se dispersen en busca de otros lugares. En Rosario y otras ciudades, las ratas han proliferado, se han reproducido terriblemente y han invadido el espacio urbano, lo que eleva la demanda del servicio para su control. Lo mismo ocurre en grandes urbes del mundo, como Nueva York y París", comparó.
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Agua, refugio y alimento
Pero las construcciones no son los únicos lugares donde viven. También se consideran entornos propicios para la proliferación de este vector los baldíos y basurales, los inmuebles deshabitados y los lugares donde se produce manipulación de alimentos en grandes volúmenes, como locales o empresas del rubro gastronómico.
"Es una rata urbana, sinantrópica. Esto significa que busca y se adapta al hombre porque así tiene refugio, agua y alimentos, tres cosas fundamentales para la supervivencia", dijo el especialista. Y aclaró: "Otro de los temas es con los contenedores de basura, cuando los cartoneros revuelven todo y desparraman. Porque el roedor generalmente actúa de noche, y también lo atrae la mayor presencia de desperdicios y contenedores abiertos en las calles".
El presidente de Cámara de Administradores de la Propiedad Horizontal de Santa Fe, Adolfo Jäger, situó la presencia de los animales "en su mayoría en la zona de bulevar Oroño, desde el Parque hasta el río, producto generalmente de que tienen los nidos en las palmeras, y por eso se los ve con más frecuencia". Además, si bien dijo no tener registro en la comisión directiva del organismo de que haya habido un incremento en la cantidad de ratas, ratificó que son mucho más usuales en edificios que son linderos a obras en construcción, demoliciones o inmuebles abandonados.
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Causas
Carlos Tasinato, director de Control de Vectores, no descarta que haya más presencia de roedores por las demoliciones, sobre todo las clandestinas que eluden el certificado de desratización previo que pone su área como requisito. Atribuyó la cuestión a la cantidad de comida que se les ofrece a los roedores en la vía publica. "Todavía no tenemos incorporadas pautas de limpieza. Hay mucha comida que se deja en el espacio público porque la tiran los que compraron algo, y también hay mucha gente en situación de calle que come y deja restos de alimentos en bandejas", puntualizó.
También dijo que en casos extremos, la materia fecal de mascotas puede servir de alimento de roedores, ya que está constituida en gran parte por alimento balanceado. Además, consideró que la basura "es un elemento importante", especialmente cuando los containers utilizados para concentrarla para su recolección no se usan como corresponde, por ejemplo sacando los residuos a la hora indicada, a lo que se suma el desorden provocado por la recolección informal.
"Para que exista una plaga hace falta refugio, comida y agua, y en la calle encuentran las tres cosas. Son todos factores que pueden contribuir a que la población aumente. El problema de los roedores está relacionado a los hábitos que tenemos: debemos usar mejor los contenedores, no tirar alimento en espacios públicos (incluso para palomas, porque los restos son aprovechados por las ratas) y hay que arrojar la basura en los cestos", educó.
Especies
En Rosario hay tres especies urbanas: la rata noruega o parda (rattus norvegicus, la más grande, vive en el alcantarillado o en zanjas y es buena nadadora); el mus musculus (laucha, ratón casero o domiciliario); y la rata negra o del tejado (rattus rattus) mediana y responsable de la peste negra en Europa. En la zona suburbana se le agrega un ratoncito de campo (calomys musculinus o ratón maicero), vector de la fiebre hemorrágica. Santa Fe es zona endémica y la población debería ser vacunada, pero no es una enfermedad tan habitual.
Si bien la rata de los tejados es la menos común, Cienia afirmó que "está invadiendo la ciudad". Esta especie tiene la característica de ser color oscuro, tiene la cola más larga que el cuerpo, y las orejas más grandes que la cabeza. "Generalmente edifica entre techos, cielorrasos, huecos en árboles viejos y palmeras, todas zonas altas. Puede trepar hasta un edificio de 20 o 30 pisos porque se va ayudando haciendo equilibrio con la cola", apuntó.
Se trata de una especie de roedor que se mueve fácilmente por cables, desagües, cornisas y paredes, y que corre por los techos con facilidad, inclusive llegando a los pisos más altos. Se mueve de un edificio a otro y cruza de vereda por el cableado aéreo. Esta rata tiene la particularidad de trepar en vertical y se maneja haciendo equilibrio sobre casi cualquier superficie con total facilidad. No hay edificio que sea invulnerable a su ingreso. Puede hacerlo por cualquier lado y no hay nada que la pueda detener.
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Peligros
Además del temor y la fobia que origina el roedor, y el encuentro inesperado con uno de ellos, el peligro principal es que está asociado a enfermedades. "Son animales silvestres, pueden estar enfermos porque no están vacunados como las mascotas y circulan por alcantarillados. Pueden transmitir leptospirosis, salmonelosis, tifus y peste bubónica en algunos lugares, o una mordedura puede infectarse. Además son parasitados, pueden tener pulgas, piojos y garrapatas. No tienen control sanitario", consideró Tasinato.
Entre los consejos para evitar una invasión, la primera medida es la exclusión: hacer cerramientos para no permitir su ingreso. Guardar el alimento de las mascotas en recipientes herméticos es fundamental. Detectar la presencia, no confundir los excrementos de roedores con murciélagos o lagartijas. Diferenciar una situación de tránsito de una de instalación es otro tip: "Una rata desalojada, si encuentra en una casa las tres cosas para sobrevivir, se queda. Si no, se va. Las señales son las cacas por todos lados, paquetes de comida mordidos y materiales sueltos, como papel o madera, que usan para hacer el nido", definió.
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Control de plagas
En cuanto a los cebos, que según el tipo pueden ser comprados por el vecino común o solo manipulados por profesionales del control de plagas, contienen un anticoagulante que hace que el animal se vaya desangrando, lo que puede tomar algunos días después luego de que lo haya comido. En ese sentido, el director de Vectores advirtió por la venta clandestina de raticidas liquidos que están prohibidos porque son peligrosos, ya que no hay manera de garantizar que no tendrán contacto con el humano y los animales domésticos. El único autorizado de uso domiciliario es el bloque parafinado.
Esta clase de tratamiento puede lograr un control, pero la erradicación definitiva es poco probable si no se toman las medidas de exclusión, orden y limpieza recomendadas. La sola presencia de los cebos no hace que los roedores no se acerquen o se ahuyenten. No hay ninguna acción que se pueda realizar en forma ambiental que inmunice el lugar.
En cuanto a los costos, un servicio de control de plagas urbanas a cargo de una empresa habilitada por la Municipalidad, certificada y con matrícula, con todos los requisitos de los organismos oficiales (director técnico, capacitación, seguro, vehículo adecuado y depósito) arranca en un mínimo de 40 o 50 mil pesos, y se emite certificado. Todo depende de la cantidad de cebo que hay que colocar, los lugares, los monitoreos, la empresa, las características del edificio y del producto a utilizar.
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