Paquetes de alimentos abiertos, materia fecal de tamaño similar a un grano de arroz y puertas roídas de manera sutil, casi imperceptible. Estas son algunas señales que indican la presencia de ratas en el hogar, razón por la cual es recomendable llamar a una compañía de fumigaciones o realizar una consulta al área de Control de Vectores del municipio.
Grandes ciudades como Nueva York o Paris sufren, desde hace tiempo, el asedio de ratas. En la ciudad de Rosario existen muchas anécdotas protagonizadas por personas que sufren invasión de ratas en sus viviendas, pero más allá del susto o el asco que se les tenga el mayor inconveniente pasa por las enfermedades que transmiten.
En muchos casos, puede ser frecuente que los roedores aparezcan en inodoros a partir de la travesía que suelen realizar en el ámbito subterráneo. Sin embargo, en la mayoría de los casos ingresan por espacios abiertos como patios de casas alejadas del macrocentro o, más bien, edificios céntricos con estructuras antiguas. Restos de alimentos, desechos y cañerías propician su escalada hacia los domicilios.
Lo cierto es que se trata de una especie muy silenciosa, que intentará escabullirse ante la presencia de animales domésticos o personas, tal como ocurre en películas o dibujos animados. Sin embargo, no pasarán inadvertidas al dejar heces de diversos tamaños de acuerdo a la especie y atacar alimentos. En general no se las ve, pero se advierte su paso. Es que suelen tener una actividad nocturna, justamente actúan cuando reina la calma.
"La muestra más evidente son las fecas, de un tamaño similar a un granito de arroz", comenta Carlos Tasinato, director de Vectores de la Municipalidad en Rosario, en diálogo con La Capital. Precisa que si esa materia fecal tiene puntas agudas los roedores entonces pertenecen a la especie Rattus ratus (rata negra), si es tipo cápsula es la laucha domiciliaria (Mus musculus) y si presenta puntas redondeadas es la especie noruega (Rattus norvégicus).
Estas tres especies de rata son las que predominan en áreas urbanas como Rosario y alrededores. Es muy frecuente que adopten madrigueras en lugares cálidos tales como el motor de un auto, donde su presencia se delata a partir de cables roídos. Incluso, suelen usar vehículos estacionados en estado de abandono como espacio de acopio de alimentos que "roban" y trasladan desde ámbitos hogareños. Tal es el caso de alimento balanceado de perros, sobre todas las cosas, además de galletitas, fideos, harina, entre otros.
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"La aparición más frecuente suele darse en el jardín, aunque también es muy característico el caso del acopio de la comida de perros o la mordedura de cables", consigna el especialista en plagas urbanas, ya que este tipo de roedores tiene un crecimiento indefinido de dientes incisivos y por eso necesitan desgastarlos constantemente.
Otras características sutiles que denotan la presencia de estos animales están más relacionadas a la tarea de expertos en la materia. Entre ellas, marcas o manchas de grasitud en paredes y orina con cierto olor particular. Es por eso que se recomienda, mayormente en depósitos, pintar las paredes de blanco para poder detectarlas.
Otro detalles fundamental será observar si sus fecas están teñidas de algún color o no, ya que así podrá comprobarse si el cebo está suertiendo efectos en el plan de desratización llevado a cabo.
Si bien estas tres clases de roedores que habitan en Rosario no suelen transmitir hantavirus y fiebre hemorrágica, sí pueden contagiar leptospirosis, aunque ya depende de otros factores y también puede transmitirse por cualquier otro animal doméstico que no tenga la vacuna correspondiente.
"Es importante aclarar que se relaciona al hantavirus y la fiebre hemorrágica, pero no son transmitidas por estos roedores urbanos. El hantavirus está asociado al ratón colilargo, de características campestres, y fiebre hemorrágica, debido a la laucha maicera, de nuestra zona, pero que tiene vacuna y por eso es necesario aplicarse la dosis correspondiente", aclaro el especialista. Y apuntó que Rosario es una zona periurbana, aunque el ratón colilargo es de muy baja frecuencia y de bajos casos pese a su alta letalidad.
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"Estos ratones urbanos transmiten muchas enfermedades, tales como peste negra, fiebre tifoidea, pero no estas mencionadas. Sí es cierto que son vectores de leptospira (leptospirosis), pero la misma puede contagiar un animal no vacunado del ámbito doméstico.Se transmite mayormente por un medio acuoso. Si un roedor padece leptospirosis y orina, infecta el agua y la misma puede penetrar por una eventual herida en caso de caminar descalzo, por ejemplo", apunta.