Por Nicolás Maggi
Con el verano crece el peligro de la exposición a los rayos solares, y con ello la necesidad de proteger la piel. La semana pasada, un informe de la Sociedad Argentina de Dermatología advirtió que, si bien crece poco a poco el número de argentinos que los utiliza durante el verano, el alto precio de los protectores solares atenta contra el cuidado de la epidermis.
El trabajo médico realizado abarcó un universo de casi 9.000 personas (más del 70 por ciento mujeres),que se hicieron chequeos gratuitos en 234 centros médicos de todo el país, un 20 por ciento más que el año anterior. El porcentaje de participantes que se protege del sol se incrementó 8 puntos en los últimos cinco años. Sin embargo, un 17,7 por ciento hacerlo nunca y sólo el 23 por ciento a diario, un 41 por ciento a veces y el 18,3 por ciento en ocasiones especiales.
Descuidados
Los médicos que hicieron el informe advirtieron el impacto del abultado costo de los productos sobre la posibilidad de protegerse. En un relevamiento realizado por LaCapital en reconocidas cadenas de supermercados con locales en la ciudad, se pudo corroborar que un envase de entre 200 y 250 centímetros cúbicos (tamaño medio) con protección factor 30 (la mínima recomendada por dermatólogos) promedia, para las marcas líderes, entre los 600 y 700 pesos en versión crema.
Además, los que cuentan con un grado de protección más alta o los especiales para bebés y niños, tienen en todos los casos un precio más elevado. Las versiones en aerosol son aún más caras y llegan a los 900 y 1.000 pesos. Algunas marcas menos conocidas ofrecen productos similares por alrededor de 500 pesos, pero las que tienen propiedades especiales llegan a 1.500.
¿De qué dependen esas cifras? "Básicamente de la calidad de la crema con la que está hecho el producto. Las líneas dermatológicas son siempre más caras a igual factor de protección", apuntó el titular del Colegio de Farmacéuticos, Cándido Santa Cruz, quien indicó que el aumento interanual fue de entre un 30 y 40 por ciento y que en farmacias los precios rondan entre los 700 y los 1.500 pesos.
"El precio hace que la gente cambie sus gustos anteriores, por ende consulta más, y si encuentra igual protección con mejor precio se decide por el producto más económico. Igual estuvieron por debajo de la inflación", añadió. Y pronosticó que los valores no van a subir demasiado a lo largo del verano: "Normalmente se mantienen con el precio de lanzamiento durante toda la temporada, con muy poca variación, depende mucho de la demanda y del índice de inflación", analizó.
En tanto, ningún protector está incluido en el listado de Precios Cuidados actualizado en septiembre. Tampoco integran el Plan Médico Obligatorio, que contempla las prestaciones que deben cubrir obras sociales y prepagas. Para Santa Cruz, si esto se implementara, "ayudaría a prevenir enfermedades y lesiones en la piel, y más aún con campañas publicitarias y de concientización sobre los horarios de exposición, la cantidad de tiempo y el lugar que se elige para tomar sol". Según su visión, las personas "se cuidan más cuando están de vacaciones, pero no tanto en el día a día".
Una cuestión que requiere aún más responsabilidad
A medida que pasan los años, los argentinos van cobrando conciencia de las lesiones que puede provocar el sol y se protegen más durante el verano, aunque aún no es suficiente. Ese es el resultado de un trabajo médico realizado en noviembre en el marco de la 25ª Campaña Nacional de Prevención de Cáncer de Piel realizado por la Sociedad Argentina de Dermatología (SAD).
Uno de los aspectos que atentan contra el cuidado, aclararon los organizadores del estudio, es el precio que tienen los bronceadores y protectores solares en las farmacias. Como reveló el Colegio de Farmacéuticos de Rosario, el precio de los filtros solares con protección mayor a 30 arrancan en 500 pesos y pueden llegar a los 1.500, según la marca, y esa cuestión para los especialistas representa un problema porque es el tipo de protector más usado y eficaz, el que más cuesta y, por lo tanto, al que es más difícil acceder.
Pero que haya mayor conciencia y que las personas se protejan más no quiere decir que lo hagan del todo bien. Cuando a los participantes se les preguntó sobre el modo en que lo hacen, sólo el 6,2 por ciento dijo cumplir con las tres formas (protector solar, ropa y gorro/sombra, respetando el horario de no exposición de 10 a 15). El 65 por ciento respondió que sólo lo hace con una.
La recomendación del filtro protector mayor a 30 sólo la cumplen apenas cuatro de cada 10 encuestados. Sin embargo, el porcentaje de participantes que se inclina por ese factor se viene “incrementando progresivamente”, ya que pasó del 29 por ciento en 2014 al 38 por ciento en 2018. Desde la SAD indicaron también que la renovación cada dos o tres horas es fundamental, porque si la persona transpira o entra al agua y vuelve a salir, el efecto del protector baja considerablemente.
También manifestaron que influye la cantidad de producto, ya que siempre suele utilizarse menos de lo recomendado, y que es fundamental la protección en días nublados, ya que existe riesgo de quemadura puesto que el 90 por ciento de los rayos UV atraviesan las nubes.
Como dato, de las casi 2.000 personas (el 22 por ciento de los participantes) que se realizaron chequeos durante la campaña de 2018, a 102 les encontraron lesiones compatibles con melanoma (cáncer de piel).