"¿Sabés lo que es pegarle un tiro a tu propio hijo?" A punto de quebrarse, Pablo relata en primera persona el calvario que está viviendo desde "hace tres años", cuando uno de sus tres hijos entró a la droga y nunca logró salir. Una historia cargada de momentos ingratos que tuvo su pico de tensión el jueves 18 de mayo pasado, cuando le terminó disparando a J. para evitar que agrediera al resto de la familia para conseguir recursos para comprar más cocaína. "Es un chico de clase media, que no sale a robar para consumir, le roba a su familia", agregó. Esta semana, Pablo fue a la comisión de Salud del Concejo con una solicitud desesperada: "Pedí que me ayuden a generar un espacio de contención para los miles de pibes adictos que hay en la ciudad; porque los lugares que hay, no sirven".
Con las manos todavía engrasadas, recién salido del taller mecánico donde trabaja, Pablo tomó un café con LaCapital en un bar del oeste de la ciudad. A pocas cuadras, en barrio Belgrano, vive su ex mujer con sus hijos. Entre ellos J.
La situación de su hijo de 21 años es muy delicada. "Es un adicto que a esta altura yo ya no sé si podremos recuperar. Pero decidí no quedarme de brazos cruzados y luchar por él y por miles más. En especial para que muchos más no caigan en este flagelo", explicó.
A cada instante, Pablo remarca la gravedad de la situación generada por el consumo generalizado de drogas. "Es tremendo, nadie habla de esto, pero es impresionante, se está llevando puesto a nuestros hijos y nadie hace nada. Nadie se ocupa con seriedad del tema, con un abordaje integral, preventivo y en especial de recuperación del adicto", apunta.
Su calvario, recuerda, arrancó "hace unos tres años, cuando J. empezó a consumir con frecuencia". Y no paró más. "No trabaja, no estudia, es un buen chico, pero con una especie de doble personalidad que cuando está bajo los efectos de la droga se vuelve muy agresivo", sumó.
Extrema violencia
Hace dos semanas, J. quería ingresar por la fuerza a su casa de Cullen al 2200 para hacerse de plata para comprar droga.
Ante la negativa de sus padres, empezó a golpear la puerta con insistencia y violencia.
"Llamé dos veces al 911 para pedirles un móvil. La tercera llamada fue para comunicarles que había tenido que pegarle un tiro a mi propio hijo para evitar un mal mayor", cuenta, visiblemente afectado.
Pablo le disparó a su hijo con una escopeta calibre 16. Lo hirió en una pierna, tras lo cual fue derivado al Hospital de Emergencias Clemente Alvarez. El quedó dos días detenido y tiene abierta una causa penal (ver aparte).
"¿Sabés lo que es pegarle un tiro a tu propio hijo? Es tremendo, ya no sabía qué hacer", confió a este diario. Pero encontró qué hacer: visibilizar la historia de su hijo y reclamarle al Estado (municipal, provincial y nacional) por un tratamiento eficaz que logre sacarlo de la droga.
Con esa idea acudió el lunes a la comisión de Salud del Concejo. "En Rosario no existen lugares de internación cerrados para jóvenes, que además de problemas con las drogas cometen delitos, como robar para seguir consumiendo", les advirtió a los ediles.
"Los que existen —siguió— son lugares de recreación o centros en que los tienen dopados todo el tiempo, cuando en realidad deberían estar encerrados, con tratamiento adecuado y educación".
El hijo de Pablo estuvo "internado en cinco instituciones distintas. En algunos lugares como el (Hospital) Avila lo sobremedicaban y era un ente, cuando lo íbamos a buscar se le caía la baba y no podía mantenerse en pie".
"En otros lugares los alojan como si fuera una granja, sin que se queden a dormir, sin hacer nada, con alguna recreación y los pibes están pensando todo el tiempo en salir para drogarse".
Para Pablo, "la clave pasa por generar lugares donde los pibes estén alojados, duerman de manera obligatoria y estén ocupados, se les enseñe un oficio y así se sientan útiles y puedan algún día trabajar y reinsertarse en la sociedad. Todo lo demás no sirve".
Pablo aclaró que él cuenta con obra social, que costeó "internaciones en distintos lugares de la ciudad. Pero lo importante es que esté al acceso de todos, en especial para las familias que no tienen recursos".
Con esa consigna, prometió volver al Concejo en pocos días.