En pocos días, Rosario pasó de vivir una ola polar a una "primaverita" húmeda, y esos cambios bruscos de temperatura tienen efectos en el organismo. Por eso los médicos piden que las personas no se descuiden, que sigan tomando medidas para evitar contagios de enfermedades respiratorias y sepan que pasar de la campera abrigada a la remerita puede ser riesgoso.
Aunque en la última semana las consultas disminuyeron un poco en relación a los últimos días de junio y primeros días de julio, los especialistas tienen los consultorios "repletos" de pacientes con tos, mocos, fiebre y malestar general. ¿Los más complicados? Los niños muy pequeños, los adultos mayores y las personas de todas las edades con asma, alergia, Epoc y otras patologías crónicas (diabetes, cardiopatías).
Daniel Buljubasich, neumonólogo del Hospital Español de Rosario, expresidente de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria, habló con La Capital sobre el panorama que están viendo en una semana con temperaturas más cercanas a los 18/20 grados durante el día y con alta humedad, después del frío helado que acechó a la ciudad y alrededores.
Avalancha de pacientes respiratorios
Aunque se registraron más consultas en el arranque del invierno, "todavía estamos viendo una avalancha" de pacientes con patologías respiratorias, comenta el médico.
La mayoría son procesos virales. De acuerdo a los registros de Salud municipal el virus que más circula es el de la gripe A H1N1 pero también hay rinovirus y adenovirus.
"Si llega al hospital una persona con fiebre, intensos dolores corporales y tos, suponemos que se trata de gripe; si no hay fiebre y el síntoma más importante es un resfrío con mucha mucosidad, probablemente sea por rinovirus", explica el profesional, quien recordó que tanto en el ámbito privado como en el público, solo se hisopa a pacientes internados o con indicaciones muy puntuales.
"Cuando hay cambios bruscos _como los que estamos viviendo con temperaturas muy bajas y luego más altas y con humedad_ el cuerpo tiene la capacidad de adaptarse, pero hay que ayudarlo", dice el neumonólogo.
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Frío extremo y "calorcito"
El profesional refiere que mucha gente se saca rápidamente la ropa de abrigo cuando suben algunos grados. "Aunque no hizo tanto frío en las últimas jornadas no podemos decir que ya está para ponerse remerita". Y agrega: "No se puede pasar de un extremo a otro: de salir superabrigados y calefaccionar mucho los ambientes a andar casi sin ropa, la adaptación debe ser paulatina también, hay que tener cuidado con esto".
"El frío no nos enferma por si solo, pero sin dudas predispone a problemas respiratorios. Bajan las defensas y a eso se suma el encierro con mayor predisposición a adquirir virus, la nariz que se tapa y empezamos a respirar por la boca lo que favorece la aparición de procesos en vías superiores, sobre todo y mucho más en personas con asma, alérgicos, personas fumadoras o con Epoc".
"En los asmáticos especialmente se da un fenómeno: cuando se sienten bien aflojan con el tratamiento, y esta es la época en la que más vemos crisis asmáticas", dice el especialista.
En una misma jornada se puede pasar por varios "climas" si la persona trabaja o vive en un ambiente muy calefaccionado y después sale y se enfrenta con el frío, o al revés. Es lo que pasa, por ejemplo, con los más jóvenes en los boliches o espacios cerrados que están muy desabrigados: salen y entran varias veces enfrentándose de temperaturas más altas a temperaturas bajísimas en pocos minutos: "No hay chance, ahí casi siempre aparece una virosis", señala el neumonólogo.
¿Más intensos pospandemia?
"Sin dudas, las cosas cambiaron después de la pandemia de Covid. En el consultorio escuchamos que los pacientes dicen: esto antes no me pasaba o relacionan ciertas enfermedades respiratorias con las vacunas contra el coronavirus, pero esto no tiene un sustento científico, en general son apreciaciones o mitos", dice Buljubasich.
Sin embargo señaló que los virus "no se comportan" de la misma manera después del 2020.
Para el médico, "el Covid nos afectó físicamente pero también a nivel anímico, por eso las persona evalúan muchas cosas de otra manera".
El neumonólogo también se refirió al uso del barbijo, que se volvió más habitual que antes del Covid: "Después de la pandemia no es raro ver gente con barbijo y sobre todo en los consultorios; la recomendación es que lo usen quienes están enfermos, pero no las personas sanas para protegerse; el sistema inmunológico se refuerza en contacto con los virus".
Atentos a las neumonías
Buljubasich pidió tener especial cuidado con las neumonías, uno de los procesos que se ven mucho en esta época. "Nos encontramos con pacientes que no fueron bien diagnosticados. En ocasiones van a una guardia y no les hacen una placa de tórax frente a determinados síntomas, entonces pasan dos cosas: o que creen que tuvieron neumonía y no fue así, o aún peor, que la neumonía no se detectó, con todo lo que eso puede implicar".
"En especial deben tener cuidado quienes están en los grupos de riesgo", alerta. Personas con problemas respiratorios previos no deben descuidarse ni dejar sus tratamientos habituales y consultar a su médico de cabecera si aparecen síntomas. La vacunación contra la gripe y el neumococo en los grupos vulnerables es fundamental.
En cuanto a la ida a las guardias médicas, llenas de gente por estos días, el neumonólogo recomienda: "Si un chico, por ejemplo, está con mucha fiebre, no debemos llevarlo en ese estado a la guardia, donde quizá deba esperar varias horas para ser atendido; primero hay que intentar no desesperarse y bajar esa fiebre y luego hacer una consulta, de acuerdo a los síntomas. Estos procesos tienen una evolución y a veces hay que tener paciencia", menciona.