"Ángel Correa va al barrio y pasa desapercibido y a uno de Los Monos lo reciben como ídolo"

Claudio Castricone es sacerdote de la parroquia Nuestra Señora de Fátima de Villa Manuelita y realiza una tarea pastoral en abocada a los sectores más postergados de la ciudad. Hace foco sobre todo en la realidad que viven los chicos y jóvenes de los barrios marginados. Y cuenta una postal que habla del horizonte de construcción de identidad que atraviesa a esos chicos: "El otro día fue a Las Flores Ángel Correa, este chico que salió del barrio y ahora juega en el Atlético de Madrid y en la selección. Varios chicos se acercaron a saludarlo, pero otro día fue uno de los descendientes de Los Monos y todos los chicos se le abalanzaron para saludarlo. Así están las cosas hoy".

Para Castricone la dramática escena es síntesis de su preocupación: "Lo bueno es que salió del barrio, que es una estrella de fútbol a nivel internacional y pasó casi desapercibido. Y llega uno de Los Monos y lo miran como a un ídolo, como un objetivo a tener en cuenta en su vida. Es la triste realidad".

En diálogo con LT3, el religioso afirma que el problema se agrava porque muchos de los chicos de los barrios más pobres de la ciudad no terminan la escuela primaria ni la secundaria. "¿Qué posibilidades de trabajo más o menos digno puede tener alguien que no tiene estudio?", se pregunta Castricone, para quien "difícil que pueda trabajar alguien que no estudió".

"El tema de la delincuencia no viene tanto por la falta de trabajo, sino que yo lo uno directamente a la droga. El que sale a robar no es para comer, como pudo haber pasado en algún tiempo. El que sale a robar es para comprar droga", reflexiona.