A casi 30 años de la guerra por las Islas Malvinas, el gobierno de Gran Bretaña comenzó ayer a revelar archivos secretos referidos al conflicto bélico del Atlántico sur en el que se enfrentaron argentinos e ingleses.
A casi 30 años de la guerra por las Islas Malvinas, el gobierno de Gran Bretaña comenzó ayer a revelar archivos secretos referidos al conflicto bélico del Atlántico sur en el que se enfrentaron argentinos e ingleses.
La ex primera ministra británica Margaret Thatcher fue acusada de "desmantelar" a la Armada británica en 1981, un año antes de la guerra, con los fuertes recortes planeados por su Ejecutivo en materia de Defensa, según los documentos desclasificados y que publicaron ayer los principales diarios de Londres como The Guardian y Daily Mail.
En los informes confidenciales se reveló que Thatcher, hoy de 86 años, quien durante la guerra fue considerada como una "héroe bélica" por la mayoría de los británicos, despertó meses antes la furia de los altos mandos militares que la acusaban de llevar adelante un "desequilibrado desmantelamiento" de las fuerzas armadas.
Uno de esos oficiales, el primer lord del Almirantazgo (jefe de la Marina) Henry Leach, le mandó una carta a la Dama de Hierro expresándole: "Constato con pesar pero comprensión que la rigurosidad de su programa excluye la entrevista que le pedí. Sin embargo, espero que encontrará al menos dos minutos para leer esta nota del jefe profesional de la marina antes de que usted y sus colegas del gabinete consideren una propuesta para desmantelarla considerablement. Estamos al borde de una decisión histórica. La guerra raras veces toma la forma esperada, y una fuerte capacidad marítima suministra flexibilidad frente a los imprevistos. Si usted la socava en la magnitud prevista, creo que limitará sus opciones futuras y perjudicará a nuestra seguridad nacional", le advirtió el militar.
Los documentos han sido liberados en medio de una nueva ronda profunda de recortes del Ministerio de Defensa británico y poco después de que la Argentina impuso una prohibición a los buques que van a Islas Malvinas de reabastecerse en la mayor parte de América del Sur. El Mercosur acaba de cerrar filas en favor del pedido argentino impidiendo que los buques aliados a Inglaterra (españoles en su mayoría) amarren en los puertos de Uruguay y Brasil fundamentalmente, para reabastecerse y seguir sus tareas de exploración petrolera o de pesca de ultramar.
La prensa británica destacó ayer que los archivos conserven los términos exactos de las andanadas verbales para resistir los recortes en el presupuesto de Defensa. Asimismo los medios resaltaron el espíritu "profético" de los personajes, porque si bien la Guerra de Malvinas no podía ser prevista por los ingleses en 1981 los documentos revelan una creciente sensación de preocupación (ver aparte).
Los documentos estuvieron casi 30 años en los Archivos Nacionales de Gran Bretaña. Se espera que para los próximos días se conozcan más datos ocultos sobre la guerra de Malvinas.
Otros papeles salidos a la luz muestran que el ministro de Relaciones Exteriores, Lord Peter Carrington, le advirtió a su colega y ministro de Defensa, John Nott, de que recortar la flota británica de la Antártida sólo enviaría señales equivocadas sobre la determinación de Gran Bretaña de defender las Malvinas. Así, Carrington le pidió a Nott que se opusiera al desmantelamiento del barco que patrullaba la Antártida "HMS Endurance".
"A menos que se resuelva la disputa (territorial), y hasta entonces, será importante mantener nuestra presencia normal en la zona. Toda reducción sería interpretada tanto por los isleños como por los argentinos como una disminución de nuestro compromiso con las islas y nuestra disposición a defenderlas", escribió.
No obstante, su llamado fue rechazado y faltaba menos de un mes para que el "HMS Endurance" fuese retirado del servicio cuando Argentina desembarcó en Georgias del Sur en 1982.