Un grafitero de 17 años fue asesinado anteayer a la madrugada luego de que un vecino lo confundiera con un delincuente y le pegara un tiro cuando se encontraba pintando un mural en la terraza de una fábrica, en el barrio porteño de Palermo. El hecho ocurrió en la esquina de Gascón y Córdoba, según publica la web parabuenosaires.com.
El adolescente, de nacionalidad colombiana, fue identificado como Cristian Felipe Martínez Rodríguez.
El vecino le disparó desde un piso de abajo cuando el joven se encontraba sentado en el alero del aire acondicionado de una casa tras haber estado pintando el muro de una fábrica.
Después de plasmar su arte, Cristian Martínez Rodríguez emprendió a las 4:15 el descenso de la casa que había usado como andamio. Cruzó el patio y se sentó en el alero mientras sus amigos lo esperaban en la calle, informó la señal de cable C5N.
Pero entonces se escuchó el primer disparo, una advertencia de un hombre descripto como "entre canoso o rubio, robusto, anchito, con camiseta blanca, clara". Martínez Rodríguez intentó explicar a los gritos que no era un ladrón sino un grafitero, pero el vecino disparó por segunda vez.
La bala dio en el muro del balcón del piso superior de la casa. El grafitero quedó "paralizado" y se bajó de un salto del alero. "Cristian nos pidió que lo revisáramos, pero en ningún momento vimos sangre", aseguró un amigo del joven a C5N.
Antes de caer al vacío, herido de muerte, había abierto los brazos para que su victimario, que quedó detenido, tomara conocimiento que sus únicas armas eran aerosol, pintura y pincel, publica la web de Página 12.
"Estaba bajando"
Los amigos de la víctima relataron, según lo informado por C5N y algunos portales, que el joven "estaba bajando de la terraza después de hacer el grafiti, cuando escuchamos un disparo" de advertencia, porque al escuchar la explosión el joven se puso de pie, levantó los brazos y mostró sus manos desarmadas, mientras se identificaba como lo que era, un grafitero que no quería robarle nada a nadie. Como toda respuesta, se escuchó un segundo disparo y los amigos vieron cómo Cristian perdía estabiliad sobre el extremo de la terraza de la que estaba bajando y se desplomaba sobre el piso. Uno de los amigos comentó, lo que demuestra lo lejos que estaba el grupo de cometer algún delito, que al principio ni siquiera se dieron cuenta de que estaba herido, pensaron que "no se movía por el golpe que se había dado". Poco después se dieron cuenta de lo sucedido y llamaron a una ambulancia, pero ya no había nada que hacer para salvar la vida del grafitero.
El vecino había accionado el gatillo desde un departamento de la planta baja, según lo dicho por los amigos del chico asesinado.
La caída se produjo cuando Cristian hacía equilibrio sobre el alero de un aire acondicionado.
El único objetivo cumplido por la víctima fue pintar la parte superior de la pared de una fábrica. Había empezado antes de la medianoche y cayó muerto pasadas las 4 de la madrugada de anteayer. "Yo me acerqué y vi que estaba mal, que estaba en shock. Pensamos que había sido por el golpe", explicó el amigo que llamó a una ambulancia para el grafitero. Al mismo tiempo llegaron "tres o cuatro" patrulleros de la policía de la Ciudad, explicó.
Los amigos de Martínez Rodríguez fueron requisados y llevados a la Comisaría 9 de la Ciudad para prestar declaración mientras el muchacho fue subido a una ambulancia. Por su parte, el hombre acusado de hacer los dos disparos contra el adolescente quedó detenido en la Unidad 28 del Servicio Penitenciario Federal acusado de homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego.