Sebastián Villa, de 26 años, se sentó pasadas las 11.45 frente al estrado y con un tono de voz bajo, casi inaudible, dijo sus últimas palabras: “Lo que tengo para decir es que nunca le haría daño a Daniela ni a su familia. Soy inocente. Soy una excelente persona, un buen hijo, un buen hermano. Soy inocente, creo en Dios y creo que todo va a salir bien, de la mejor manera”.
Al igual que en las audiencias anteriores, Sebastián Villa vistió un buzo negro con capucha, pantalón de jogging del mismo color y zapatillas blancas, y estuvo acompañado por su representante, Rodrigo Riep.
Tras finalizar sus palabras, la jueza Dávalos comunicó que el próximo viernes a las 13 se dará a conocer el veredicto y dio por concluido el debate oral.
Sebastián Villa fue juzgado por el delito de “lesiones leves agravadas por el vínculo y por mediar violencia de género y amenazas coactivas” en perjuicio de Cortés.
En su alegato, el fiscal que intervino en el proceso, Sergio Anauati, solicitó que el futbolista sea condenado a la pena de dos años y tres meses de prisión de cumplimiento condicional.
Según establece el Código Penal, el delito de lesiones leves calificadas prevé entre seis meses y dos años de prisión y el de amenazas coactivas, de dos a cuatro años, por lo que el fiscal se inclinó por una pena intermedia.
Para Anauati, el hecho ocurrió “cuando Villa le dijo a Daniela Cortés que le iba a arruinar su vida y le dio un golpe de puño en la frente, con un anillo que portaba, para luego tomarla del brazo y posteriormente la arrojó al suelo pegándole patadas para provocarle distintas lesiones de carácter leve”.
Tras dejar asentada la necesidad de “valorar todo aquello que se ha incorporado teniendo en consideración conceptos como la violencia de género y la relación de desigualdad de poder”, el fiscal afirmó que Cortés “vivió una situación traumática” en la que existió “una escalada de violencia”, que basó en los relatos de la víctima y testigos, principalmente de su hermana y peritos.
En tanto, el defensor Apolo reclamó la absolución de Villa al asegurar que la denuncia en su contra es “falsa”, que “la palabra de la persona que denuncia no es prueba acabada” y que “en este caso existen muchos elementos de prueba que contradicen a la denunciante Daniela Cortés”.
“Eso no se encuentra probado, ni está acreditado que haya existido”, afirmó el letrado, quien agregó que esas supuestas amenazas pudieron ser en realidad dichas en el contexto de “una discusión acalorada” de pareja y no pueden ser interpretadas como una amenaza coactiva porque “no amedrentan a nadie, menos a Daniela Cortés”.
En relación a la acusación por violencia de género, Apolo aseguró que eso “tampoco se encuentra acreditado”, por lo que concluyó que “no hay un solo elemento del grado de certeza que esta etapa requiere para arribar al veredicto que postula la fiscalía”.
En el juicio se ventilaron los hechos ocurridos el 27 de abril del 2020 en la casa que compartían Sebastián Villa y su ex en el barrio privado Saint Thomas, de Canning, y que fueron investigados por la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 3 descentralizada de Esteban Echeverría, especializada en Violencia de Género.
En la primera audiencia, Cortés, quien declaró vía plataforma virtual desde la ciudad colombiana de Medellín, aseguró que Sebastián Villa “se ponía violento” cada vez que tomaba alcohol y que los empujones “eran habituales”, a la vez que afirmó que el día de la agresión la atacó a golpes en la frente y a patadas en el estómago tras una discusión porque ella le planteó que se quería separar.
“Me pega en la frente, me da patadas en el estómago, en la pierna, en el muslo”, aseguró la joven.
Cortés denunció haber sido golpeada por Sebastián Villa a través de un video publicado en las redes sociales, en el que se la ve con sangre en la boca, al tiempo que relató hechos violentos vividos junto al futbolista, a quien calificó como “un maltratador, tanto en lo físico como en lo psicológico”.
Durante las nueve audiencias del debate oral, también brindaron su testimonio el representante del futbolista, y las peritos psiquiatras de la Asesoría Pericial de Lomas de Zamora y de de la defensa, además de allegados de la denunciante y de Sebastián Villa.
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En tanto, a pedido del representante del Ministerio Público Fiscal se añadieron los exámenes psicológicos y psiquiátricos realizados al futbolista en la causa en la cual está como imputado por el abuso sexual de otra mujer, próxima a ser elevada a juicio.
Durante el debate, Sebastián Villa declaró ante la jueza Dávalos, aunque no aceptó responder preguntas del fiscal.
“El hecho que se me ha imputado nunca lo cometí”, dijo el delantero “xeneixe”, quien aseguró que en realidad la víctima de violencia por parte de Cortés era él: “Me arañaba; yo usaba manga larga por vergüenza para que mis compañeros no vieran que me golpeaban en casa”.
El jugador relató que, cuando comenzó el aislamiento obligatorio por la pandemia de coronavirus en 2020, Cortés se fue a vivir con él al barrio privado de Canning.
“'Negro asqueroso, si vos no sos mío no sos de nadie. Yo no quiero que esto termine mal', me dijo. 'Si usted no me da el vuelo privado para Colombia y 150 mil dólares yo le daño la carrera'. Ahí yo me asusté mucho”, sostuvo Sebastián Villa.
Tras ese episodio, el futbolista se mudó al country “Venado II”, también de Canning, en el que supuestamente se desarrolló el segundo episodio por el que fue denunciado en junio del 2021 por el delito de “abuso sexual”.
En esa causa, el 12 de mayo la fiscal Vanesa González, de la misma UFI 3 descentralizada de Esteban Echeverría, solicitó su elevación a juicio, por lo que el Juzgado de Garantías interviniente tiene el plazo de 15 días para correr vista a la defensa y definir si da lugar a la petición.