La primera etapa de las pericias que se realizaron esta mañana al vehículo de la familia Pomar, en la zona donde se la encontró muerta, culminó luego de alrededor de cuatro horas y media de análisis.
La primera etapa de las pericias que se realizaron esta mañana al vehículo de la familia Pomar, en la zona donde se la encontró muerta, culminó luego de alrededor de cuatro horas y media de análisis.
El vehículo fue levantado del lugar con una grúa en forma muy delicada, y en ese momento se pudo ver el terrible estado en el que se encontraba, posiblemente debido al accidente que sufrieron.
Con marcados signos de haber protagonizado un accidente, pudo verse el Fiat Duna Weekend de color rojo salir de esa zona de vegetación tupida, luego de dos intentos fallidos.
Los investigadores tuvieron que emplear una segunda grúa debido a que la primera no era capaz de aguantar el peso del vehículo transportado. Se recurrió a otra con el objetivo de poder quitar el móvil sin daños que entorpezcan la búsqueda de datos.
El auto fue levantado, luego de más de una hora de delicados intentos, ya que la espesa vegetación impedía el normal desarrollo de las tareas.
Posteriormente, pudieron sacarlo de la zona y lo dieron vuelta para trasladarlo, con la idea de continuar con las pericias.
En las próximas horas, se llevará a cabo en Pergamino la segunda y última parte de las investigaciones al vehículo para determinar las causas que provocaron el deceso. La hipótesis más firme es la de un accidente automovilístico.
En la Ruta 31, donde fueron encontrados los cuatro integrantes de la familia Pomar, se
realizaron las pericias al automóvil que transportaba al grupo desde su casa de la localidad
bonaerense de José Mármol hacia Pergamino.
Al culminar la pericia, el Fiat Duna Weekend rojo fue enderezado para poder conseguir más
datos que pudieran arrojar pruebas concretas de la muerte de Luis Pomar, su esposa Gabriela Viagrán
y sus hijas María del Pilar y Candelaria.
Allí se efectuó la mayor parte de las pruebas, mientras que luego el automóvil fue trasladado a Pergamino para la etapa final de las pericias, por un expreso pedido de la procuradora general de Justicia de la Suprema Corte bonaerense, María del Carmen Falbo.