El acusado del femicidio de Jésica Maribel Soliz, quien el 20 de mayo de 2021 fue degollada delante de su hijo de 7 años en la pollería que atendía en la ciudad de Salta, admitió este mares en el juicio oral haber cometido el crimen tras haber sido insultado por la víctima, pero dijo que no quiso matarla ni sabe lo que pasó.
"No quise matarla, no entiendo qué pasó", expresó Ezequiel Lucas Domínguez (32), en la audiencia de debate iniciada este martes en la Sala VI del Tribunal de Juicio por el "homicidio agravado por la relación de pareja y por mediar violencia de género", en perjuicio de Soliz.
En la causa también está imputada Rocío del Milagro Farfán (27) como partícipe secundaria del delito y que es actualmente la pareja de Domínguez, con quien tiene una hija de tres años.
Al declarar, el acusado contó que el 20 de mayo de 2021 se encontraba separado de Soliz y ya convivía con Farfán, con quien residía en una casa ubicada a unos 60 metros del domicilio de la víctima.
En el inmueble de Soliz funcionaba un local comercial -un almacén y una pollería- que habían abierto "en sociedad" y que era atendido por ambas mujeres, y Domínguez aclaró que la relación entre su ex pareja y Farfán "era buena".
En su declaración, el imputado explicó que ese día decidió ir a la casa de su ex pareja para buscar unas herramientas que necesitaba y, de paso, hablar con ella sobre la posibilidad de volver a trabajar en el local, ya que por las fuertes discusiones que mantenían, habían acordado que él ya no concurriría al negocio.
Domínguez dijo que el día del hecho buscó "las herramientas, que eran del papá de Rocío, y vi que faltaba una pinza que necesitaba para instalar un calefón".
Señaló que, al preguntarle a Jésica, ella comenzó a agredirlo verbalmente y aclaró que no discutieron, sino que ella lo insultó y salió a la vereda para llamar a la policía.
Entonces -relató el acusado- la mujer reingresó al local, lo insultó y él vio el cuchillo Tramontina que usaban en la pollería, y a partir de ahí dijo no entender lo que pasó.
"Lo siguiente que recuerdo es que yo estaba en la puerta y Rocío gritaba que llamen a una ambulancia. Atiné a sacarme la remera para taparle la herida. Quisimos subirla a una moto para llevarla al hospital", afirmó.
Asimismo, reveló: "Cuando estábamos afuera llegó un policía, preguntó quién había hecho eso y le dije que había sido yo. El oficial le tomó el pulso y todavía estaba viva. Después llegó la ambulancia, le pusieron una gasa y yo me dirigí solo al patrullero".
El juicio se desarrolla con tribunal colegiado integrado por los jueces Guillermo Pereyra (presidente), José Luis Riera y Mónica Mukdsi (vocales).
Por el Ministerio Público interviene la fiscal Mónica Poma, mientras que Leonardo Bustos representa a la familia de la víctima como querellante.
La defensa de los imputados está a cargo de Marina Bouhid, por Domínguez, y Rodrigo Gonzalo Guerra, por Farfán.
Está previsto que las audiencias se extiendan hasta el 19 de abril.
Este martes se leyó la requisitoria de elevación a juicio y, a continuación, Domínguez solicitó declarar, mientras que Farfán manifestó que lo hará más adelante.
El hecho que se ventila en el debate ocurrió el 20 de mayo de 2021, en una pollería del barrio San Calixto, de la zona sur de la capital salteña, que atendían de manera conjunta la víctima y Farfán.