El obispo emérito de Morón, monseñor Justo Oscar Laguna, falleció esta madrugada a los 82 años por una complicación tras una operación de corazón, informaron fuentes de ese obispado.
El obispo emérito de Morón, monseñor Justo Oscar Laguna, falleció esta madrugada a los 82 años por una complicación tras una operación de corazón, informaron fuentes de ese obispado.
La muerte del religioso se produjo a las 2.30, precisaron las fuentes. Monseñor Laguna estuvo acompañado en sus últimos minutos de vida por monseñor Jorge Casaretto, obispo de San Isidro.
Nacido en Buenos Aires el 25 de setiembre de 1929, Laguna fue obispo de Morón desde 1980 hasta el 2004, año en que renunció por haber llegado a la edad establecida. Laguna se ordenó sacerdote el 18 de setiembre de 1954 y fue nombrado obispo en 1975 por el papa Pablo VI.
Monseñor Justo Oscar Laguna murió dejando un importante legado, tras casi 25 años de labor pastoral al frente de la diócesis de Morón y siendo, con altibajos, uno de los obispos más influyentes del escenario político nacional.
A lo largo de sus más de 35 años como obispo, su estilo “mediático” cosechó adherentes y detractores, tanto hacia adentro como afuera de la Iglesia. Pero, sin duda, uno de los puntos más destacados de su labor fue el compromiso, junto con los obispos Jaime de Nevares y Miguel Hesayne, por la defensa de los derechos humanos durante la última dictadura militar.
Integró en este sentido la “comisión de enlace” que, junto a los obispos Carlos Galán y Alfredo Espósito, se ocupaba de llevar las relaciones con las diversas juntas militares.
Tras la guerra de las Islas Malvinas, y siendo presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, encabezó el llamado “servicio de reconciliación”, un proceso de diálogo tendiente a facilitar el retorno a la institucionalidad democrática, grupo que por primera vez recibió en la sede del Episcopado a los miembros del Partido Comunista.
A monseñor Laguna también se le atribuye haber sido el mentor del documento “Iglesia y Comunidad Nacional”, que abogaba en 1981 por el reestablecimiento de los poderes constitucionales. El escándalo tampoco dejó de tocar a su puerta, sobre todo por sus “erradas decisiones” -según se dijo entonces- ante el confuso crimen de padre Mario Borgione (1996) y la acusación y condena por abuso sexual a menores que todavía pesa sobre el padre Julio Grassi.
Laguna mantuvo un fluido diálogo con el matrimonio presidencial, aun después de dejar el obispado, al punto que rezó un responso, junto a Jorge Casaretto, en la Casa Rosada a raíz de la muerte de Néstor Kirchner.
Justo Oscar Laguna nació en Buenos Aires el 25 de setiembre de 1929 y se ordenó sacerdote el 18 de setiembre de 1954. Fue consagrado obispo auxiliar de San Isidro el 8 de marzo de 1975 y, tras ser administrador apostólico en San Nicolás de los Arroyos, el Papa Juan Pablo II lo designó obispo de Morón el 22 de enero de 1980.
Al cumplir sus bodas de plata episcopales en 2000 presidió una misa multitudinaria en la catedral de Morón, a la que acudieron el entonces presidente Fernando de la Rúa, entre otras personalidades. Hizo lo propio en setiembre de 2004 al celebrar sus 50 años como sacerdote, ceremonia a la que asistieron el entonces gobernador Felipe Solá, el ex presidente Raúl Alfonsín, el senador Antonio Cafiero, el ministro de Desarrollo Humano bonaerense, Juan Pablo Cafiero, y el entonces intendente de Morón, Martín Sabatella. (DYN-Télam)
Por Carlos Walter Barbarich