"No estamos cansados, no sentimos frío porque tenemos la sangre caliente y vamos a continuar",
agregó Galati, Galati, que vive en Italia desde hace 8 años, no tiene problemas de residencia, ya
que cuenta con la ciudadanía italiana, pero como miembro del Comité de Inmigrantes de Milán, que
lucha por los derechos de los inmigrantes, decidió subir con otros cinco norteafricanos para llamar
al atención sobre este problema.
Con los días, la lluvia, el frío y el cansancio, sólo han quedado dos egipcios junto con Galati
encaramados a la vieja chimenea de la ex fábrica farmacéutica Carlo Erba, en Milán.
El italo-argentino, que está temporalmente en paro debido a los problemas de la empresa con la
que trabaja, celebró anoche ante las cámaras de varias televisiones italianas el primer cumpleaños
de su hijo desde 50 metros de altura.
Galati, que para su hijo exhibió una pancarta que decía: "Te regalo un nuevo futuro", se ha
hecho portavoz de una batalla en la que se pide al Gobierno apruebe "una regularización general de
inmigrantes y no exclusivamente para asistentes domésticos o a ancianos", las últimas que se han
hecho en Italia.
Para afrontar la protesta, hoy se celebrará una reunión con miembros de delegación de Gobierno
de Milán, del Comité de Inmigrantes, de los sindicatos y de la Jefatura de Policía.
Asimismo, los dos egipcios pedirán continuar en Italia mientras buscan un nuevo trabajo y no ser
expulsados cuando se decidan a bajar de la torre. (EFE)