En Borgo Santo Spirito, a un costado de la plaza de San Pedro, en el Vaticano, vive y trabaja el
general de la que todavía es la orden religiosa masculina más numerosa de la Iglesia Católica,
conocido también como el “Papa negro” por su sobria sotana oscura.
El actual líder (prepósito general) de la Compañía de Jesús, el holandés
Peter Hans Kolvenbach, es más bien una figura discreta, no conocida por la mayoría de los católicos
de a pie. Horas antes de que amanezca en la Ciudad Eterna se levanta para celebrar la misa según el
largo rito oriental, en el que fue ordenado sacerdote en el Líbano en 1961. Desayuna y ya a las
6:00 de la mañana empieza a trabajar para dirigir los designios de casi 20.000 jesuitas, repartidos
desde las más prestigiosas universidades del mundo.
Es considerado un intelectual nato, con un profundo conocimiento del
Islam después de 25 años en Cercano Oriente, que además de su holandés natal domina el alemán,
inglés, francés, italiano, español, árabe, griego y latín. Miembro de varias congregaciones
pontificias, consiguió recuperar la confianza de Juan Pablo II, después de fuertes disensos
teológicos entre algunos jesuitas y el Vaticano. También cuenta con el aprecio de Benedicto XVI.
Pero al igual que otras instituciones católicas de larga tradición, la
Compañía de Jesús atraviesa momentos de crisis y, por iniciativa del mismo Kolvenbach, pretende
cambiar de líder para hacer frente a los nuevos tiempos. A partir de hoy, 226 superiores jesuitas
procedentes de todo el mundo participarán en Roma en la Congregación General de la orden para
elegir al sucesor del sacerdote holandés y debatir sobre el futuro de la institución fundada por el
español San Ignacio de Loyola en 1540.
En sí, el cargo de prepósito general de los jesuitas es, al igual que el
de Papa, de carácter vitalicio. Pero Kolvenbach, tras haber recibido el consentimiento de Benedicto
XVI, presentará su renuncia hoy apenas comience la Congregación General, a celebrarse en la jesuita
iglesia romana del Gesu. El holandés abandona el cargo después de 25 años al frente de la Compañía
de Jesús y cuando se aproxima a cumplir los 80 años de edad.