La demanda de paquetes turísticos para veranear en Brasil en 2016 aumentó un 50 por ciento respecto del último año, motivada por el crecimiento económico del país en los últimos años, el levantamiento de la restricción cambiaria y la fuerte devaluación del real, que abarató los costos de consumo.
Si bien el peso argentino perdió un 40 por ciento de su poder de compra ese año por la devaluación del gobierno de Macri, el real acumula una depreciación del 70 por ciento en el mismo período, lo que torna más competitivo al mercado brasileño y genera mayor demanda.
Damián Di Pace, experto en consumo e integrante de la consultora Focus Market, de la ciudad de Buenos Aires, dijo que según los relevamientos realizados en los últimos días, "la compra de turistas argentinos para Brasil creció un 50 por ciento respecto de la misma época de 2014".
Federico Iaría, experto de la empresa Servicio Internacional de Turismo SA, también de Buenos Aires, coincidió con Di Pace en que "el aumento de la demanda fue del 50 por ciento" y explicó que "Brasil es un destino muy elegido este año porque las tasas de impuestos para ir al Caribe están muy elevadas y eso encarece el costo final del viaje".
"Brasil trabajó bien en los preparativos de la temporada y logró precios razonables, por lo que ahora quedan muy pocas plazas en ese destino", dijo Iaría a NA y desestimó que la restricción cambiaria haya afectado sobremanera la afluencia de turistas argentinos a las playas brasileñas.
"El cepo no tenía gran impacto con el turismo a Brasil porque no había inconvenientes con los operadores grandes. Sí hubo una retracción después del balotaje del 22 de noviembre porque directamente no había precios de referencia. Se tuvo que retarifar todo", explicó el especialista.
Consideró Iaría que "si las elecciones presidenciales hubieran sido en mayo, el mercado del turismo internacional habría llegado con más estabilidad y previsibilidad al último trimestre del año, cuando los argentinos definen dónde pasarán sus vacaciones de verano". Este año volvió a ser un destino importante el sur de Brasil (con ciudades como Torres o Florianópolis) porque los argentinos pueden llegar en automóvil, lo que permite ahorrar pasajes, e incluso es la decisión que toman muchos turistas que viven en el nordeste argentino. Si bien "Brasil viene un poco más económico que la costa atlántica argentina", Iaría repara en que "puede haber competencia hasta las playas ubicadas en Río de Janeiro, mientras que el público que opta por destinos del norte brasileño es muy distinto al que va a Mar del Plata u otras playas del mar local".
La consultora Focus Market había realizado a principios de noviembre un análisis sobre cuál era el costo de ocho días y siete noches (del 15 de enero al 23 de enero) en la ciudad brasileña de Buzios y el precio por pasajero era de 12.750 pesos
En el último mes del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, cuando se limitó más la compra de dólares, las tarifas aumentaron fuertemente al punto que el mismo paquete saltó hasta los 20 mil pesos. No obstante, la venta de paquetes para veranear en Brasil en 2016 había registrado un aumento del 40 por ciento ya entre enero y octubre, debido a que muchos argentinos fueron precavidos y se aseguraron paquetes en cuotas fijas y en pesos.
En el radar de los viajeros argentinos post restricción cambiaria también aparecen Chile -donde es muy fuerte el turismo de consumo de bienes electrónicos que no llegan a la Argentina- y Miami, por sus playas y mercados de indumentaria barata en dólares.
Di Pace analizó en declaraciones a radio Del Plata que la devaluación del 30 por ciento registrada con el gobierno de Macri más el 10 por ciento de valor que había perdido el peso en 2015 con la gestión de Cristina Kirchner acumuló un 40 por ciento, que sigue siendo menor a la depreciación del 70 por ciento del real.
"En términos comparativos, desgraciadamente, Brasil termina siendo más económico que la Argentina", dijo el experto en consumo al explicar el fenómeno de la venta de paquetes a las playas del vecino país.
En la costa, 25 por ciento. Sobre el turismo interno, Di Pace dijo que los aumentos registrados en los alquileres de departamentos, casas y habitaciones de hoteles en la costa atlántica argentina son del 25 por ciento promedio y muy pocos alcanzan el 30 por ciento respecto del verano pasado.
Según el experto, la realidad es que las compras en los supermercados brasileños resultará más barata para los veraneantes que las que puedan realizar los turistas en los comercios de la costa local: por la devaluación del real y la inflación en Argentina, disparada en forma exponencial desde que los economistas de Macri anunciaron la megadevaluación del peso, que impacta directamente en los salarios y las jubilaciones.
"Una lata de 350 centímetros cúbicos de cerveza cuesta el equivalente a diez pesos en un supermercado brasileño y acá, en el país, no se puede comprar por menos de 15 pesos. Una hamburguesa en Florianópolis sale 54 pesos y acá, entre 100 y 140 pesos", dijo Di Pace.