La catástrofe natural en el Golfo de México como consecuencia del hundimiento de una plataforma
petrolífera de la firma británica BP podría ser aún más devastadora de lo esperado después de que
una mancha de crudo llegara a las costas de Louisiana, advirtieron ecologistas.
Agregaron que el desastre podría ser aún mayor que el provocado por el petrolero “Exxon
Valdez” en 1989 y que el petróleo podría contaminar extensas reservas naturales en el delta
del Mississippi. Las autoridades marítimas estiman que la mancha de petróleo podría alcanzar el fin
de semana las costas de Mississippi, Alabama y hasta Florida.
El gobernador Charlie Crist de Florida declaró el estado de emergencia para los sectores
costeros afectados. Su par de Louisiana, Bobby Jindal, pidió al Pentágono el despliegue de 6.000
guardias nacionales para ayudar a la limpieza.
En la zona de Venice, en el sur de Louisiana, varios testigos informaron que el agua aceitosa
superó por el mal tiempo las barreras instaladas. “No mantienen fuera al petróleo”,
afirmó el jefe del distrito de Plaquemines Parish, Billy Nungesser, al diario “Times-
Picayune” tras sobrevolar la zona. Agregó que la situación empeorará.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se convirtió hoy en blanco de críticas en
Washington por su política medioambiental. Críticos arremetieron contra su estrategia de
perforación. El senador demócrata de Florida, Bill Nelson, pidió al mandatario detener “el
plan quinquenal de perforaciones frente a la costa”.
“Aunque BP es el responsable último de sufragar el coste de la respuesta y las operaciones
de limpieza, mi administración continuará usando cada medio a nuestra disposión, incluido el
Departamento de Defensa, para hacer frente al incidente”, señaló el mandatario.
Agregó que su gobierno hará todo lo necesario para enfrentar la catástrofe. Indicó que 1.900
funcionarios ya se encuentran en el Golfo de México y que 300 barcos y aviones están desplegados
frente a la costa de Louisiana. Dijo además que está en revisión la seguridad de numerosas
plataformas petroleras frente a las costas norteamericanas.
La propia compañía británica BP, responsable del desastre confirmó, entre tanto, que asumiría la
“responsabilidad plena”. BP “limpiará” y aceptará “la demanda
legítima de compensaciones”, señaló un portavoz de la petrolera en Londres. La ley
estadounidense obliga a la compañía a cargar con los costes.
El portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, dijo a la prensa: “Ahora debemos descubrir
qué ha pasado.”
En un primer momento Obama no acudió en persona a la zona del desastre, sino que envió a tres
representantes del gobierno a la región.
La secretaria de Seguridad Interior de Estados Unidos, Janet Napolitano, el secretario del
Interior, Ken Salazar y la directora de la Agencia de Protección del Medio Ambiente (EPA), Lisa
Jackson tenían intención de recabar información acerca del alcance del desastre ecológico, que el
gobierno calificó el jueves de catástrofe “de trascendencia nacional”.
Salazar ordenó realizar una “inspección inmediata” de todos los trabajos de
perforación bajo agua y de las plataformas de bombeo en el Golfo de México.
Miles de personas comenzaron hoy a limpiar las costas. Los fuertes vientos y el fuerte oleaje
empujaban la mancha de petróleo hacia las costas, obstaculizando las tareas de limpieza en mar.
“Hoy tampoco será posible continuar quemando la película de crudo”, dijo a dpa un
portavoz de la guarda costera, Michael Abnendhoff.
El día anterior los guardacostas tampoco pudieron proceder a quemar de forma controlada y
gradual la mancha de petróleo que hoy medía de un extremo a otro 72 kilómetros de ancho y 160 de
largo. El 97 por ciento de la película aceitosa es por suerte muy poco densa, explicó
Abendhoff.
La barrera flotante de 61 kilómetros dista mucho de mantener el crudo alejado de las costas de
Louisiana. De acuerdo con el guarda costero, se utilizarán otros 90 kilómetros de barreras
flotantes.
Además, 75 barcos comenzaron en la mañana de hoy (hora local) a aspirar la masa de petróleo en
el mar. Sin embargo, probablemente no hayan podido avanzar demasiado debido a las fuertes olas.
Hasta ahora estos barcos pudieron extraer alrededor de 2.800 toneladas de crudo, señaló la
guardia costera. Mientras, grupos de ayudantes vertieron al mar 380.000 toneladas de productos
químicos para disolver la masa negra, informó el Departamento de Seguridad Nacional.
Según explicó Abendhoff, a lo largo del día se tratará de trabajar directamente en los puntos de
fuga con ese tipo de productos diluyentes.
La guardia costera estadounidense comenzó a primera hora de hoy a examinar las costas de
Louisiana en busca de posibles primeras huellas de crudo, según dijo a dpa un portavoz de la
estación de observación en la localidad de Robert.
El portavoz señaló que grupos de salvamento junto con expertos del grupo petrolero BP examinaron
desde el aire detenidamente el delta del Mississippi.