Los 34 cóndores andinos que aparecieron muertos en la provincia de Mendoza, fueron envenenados con carbofuranom un pesticida altamente tóxico para aves y humanos y que es utilizado para combatir plagas de insectos.
Los 34 cóndores andinos que aparecieron muertos en la provincia de Mendoza, fueron envenenados con carbofuranom un pesticida altamente tóxico para aves y humanos y que es utilizado para combatir plagas de insectos.
Así lo confirmaron fuentes de la fiscalía de Malargüe, que ayer recibió un primer informe de la División Operaciones del Departamento Delitos Ambientales de la Policía Federal, tras concluir los estudios de laboratorio. Los investigadores pudieron adelantaron que los cuerpos de las aves y animales encontrados la semana pasada "presentan rastros de carbofurano".
Los investigadores desde el comienzo de la causa presumieron que, para matar a los animales, los "puesteros" de la zona utilizaron el carbofurano para envenenar algunas ovejas y usarlas como cebo para matar a los zorros y pumas que las atacan. Luego, los cóndores al ser animales de carroña, se envenenaron con los restos de esos animales muertos. Un puma fue hallado junto a los 34 cóndores muertos. Esta práctica es lamentablemente común entre los productores rurales de la zona andina.
El fiscal Javier Giaroli ordenó esta semana una inspección en el lugar en el que aparecieron los animales y se extrajeron muestras. El relevamiento se llevó a cabo en el "Puesto Baigorria", en el que el único detenido del caso —Nibaldo Baigorria Parra, de 62 años— es arrendatario. Los peritos inspeccionaron diferentes áreas y tomaron muestras de tierra, agua, flora, un gorrión y una piedra con residuos donde estaba apoyada la cabeza del puma que apareció muerto junto a los cóndores.
Además de determinar qué tipo de veneno fue el que ingirieron las aves, los resultados finales de los análisis, que se conocerán oficialmente en las próximas horas, permitirán determinar si las napas de agua, la flora y fauna del lugar también se contaminaron.
Ayer se realizaron registros con la colaboración de Policía Rural y de la Unidad Investigativa de Malargüe en los parajes de Valle Hermoso, Las Leñas, Los Molles y el Sosneado, mientras un puestero de apellido Rojas, dueño de las ovejas a las que se envenenó, permanecía prófugo.
Luego de este grave episodio, que dañó a la población de una especie en peligro de extinción, el gobierno de Mendoza busca agilizar la aprobación de una ley para regular el uso de estos venenos en zonas rurales. La normativa, que tiene media sanción de la Cámara de Senadores desde hace casi 3 años (10 de marzo de 2015), pone freno a la manipulación de éstos productos. Dispone mayores controles "al momento de fabricar, formular, almacenar, transportar, comercializar, exhibir, publicitar o prescribir productos, sustancias o dispositivos destinados de manera directa o indirecta al uso agrícola". Incluye tanto a las sustancias "de origen natural o de síntesis, nacionales o importados" y establece la "aplicación de nuevas tecnologías menos contaminantes". Según detalló el secretario de Ambiente y Ordenamiento Territorial, Humberto Mingorance, ya se iniciaron las gestiones en Diputados para comenzar a ajustar detalles del proyecto, de manera que sea debatido ni bien se retomen las actividades en los recintos legislativos el mes que viene. "La muerte de los cóndores en Malargüe es un hecho que nos ha golpeado a nivel ambiental y este caso nos debe hacer entrar en conciencia a todos los mendocinos de que debemos proteger la biodiversidad en todas las dimensiones", dijo Mingorance, quien advirtió que "es necesaria la aprobación de este proyecto de ley para evitar que vuelva a ocurrir otro caso como este". El seguimiento y control de los agroquímicos permitirá lograr la trazabilidad desde el origen a la aplicación. La ley vigente en Mendoza es de 1991. "Un profesional tendrá que hacerle una receta al productor que va a adquirir estos agroquímicos y esa receta queda archivada, por lo cual habrá trazabilidad, de quién recetó el agroquímico, quién lo compró, en qué fecha y quién lo vendió", dice el texto de ley.