El Instituto Antonio Próvolo de Luján de Cuyo (Mendoza), denunciado recientemente como el lugar donde se cometieron abusos sexuales a niños hipoacúsicos, fue allanado ayer por segunda vez a pedido del fiscal Fabricio Sidoti. Según se informó, encontraron "cientos de miles de pesos" en una de las habitaciones del edificio ubicado en Carrodilla. No se conoce la procedencia del dinero.
Sidoti encabezó el operativo en busca de nuevas evidencias en las habitaciones y oficinas de los imputados. Ya se habían secuestrado otros elementos personales como computadoras, revistas y ropa de los acusados. La división de Delitos Informáticos analizará el material secuestrado en las próximas horas para determinar si contienen algún tipo de material pornográfico.
También se pudo comprobar la existencia de la habitación señalada por las víctimas (que ascenderían a 22, según las denuncias recibidas) como el lugar donde se cometían los abusos. "Pudimos acceder a la llamada Casita de Dios, donde habrían ocurrido los ataques, y el lugar coincide con lo que declararon las víctimas: es una capillita muy pequeña que tiene persianas", informó el fiscal Sidoti.
Hasta el momento, se encuentran detenidos dos curas, un monaguillo y dos empleados de la institución religiosa, quienes fueron señalados como responsables por sus propias víctimas, todos alumnos menores de edad al momento de los ataques.
Los curas Nicola Corradi (82) y Horacio Corbacho (55), el monaguillo José Bordón, el empleado administrativo José Luis Ojeda y el jardinero Armando Gómez, están imputados por los delitos de abuso sexual agravado por la guarda y la convivencia preexistente con menores, en concurso real con corrupción de menores.
"Los chicos en su relato dicen que los llevaban a la Casa de Dios, un lugar que hay en el instituto, donde los metían y ellos veían a través de las rendijas de la puerta lo que pasaba", dijo Sidoti. "Eran chicos sordomudos de 10, 12 años; supuestamente en el colegio no se les permitía tampoco hablar por señas y en ese momento, ellos tampoco sabían comunicarse. Ellos lo único que veían era que los curas se los llevaban", añadió.
Nicola Bruno Corradi tiene 82 años y nació en Italia. Fue sacerdote en el Instituto Próvolo de Verona (Italia), entre los años 1955 y 1984. Allí había sido acusado de abusar de menores hipoacúsicos. Hubo en total 130 curas acusados. Algunos de ellos fueron trasladados a la Argentina, a la ciudad de La Plata y también a Mendoza. Los abusos continuaron allí durante décadas.
Horacio Hugo Corbacho nació en 1960 en la localidad bonaerense de Castelar. Es profesor de Teología y reside en Mendoza desde 2001. Dentro de la institución y entre los padres de los alumnos se lo conoce como el padre Horacio. Fue ordenado sacerdote por José María Arancibia cuando este era arzobispo de Mendoza. La ceremonia se hizo en el mismo instituto Próvolo. La Justicia mendocina envió una compulsa a La Plata solicitando que se investigara si Corradi cometió abusos en el Intituto Próvolo de la capital bonaerense.
Otros casos en La Plata
"Es importante abrir la causa en La Plata porque a través del testimonio del profesor Luis Batistelli (tomado el miércoles en la sede de la Oficina Fiscal 15 de Luján de Cuyo) se supo de una gran cantidad de personas de distintos puntos del país que querían denunciar casos de abusos en el Instituto Próvolo de la ciudad de La Plata", publicó en su cuenta de Facebook la vicegobernadora Laura Montero.
Sandra Capdevilla, una de las intérpretes en lenguaje de señas que tuvo contacto con la primera denunciante de los abusos, recordó el día en que "una persona sorda se acercó a mi y a otra colega, Débora Pizarro, para comentarnos lo que a ella le estaba sucediendo y en su momento yo grabé, lo interpreté con voz lo que ella iba diciendo. Le explicamos que este era un caso muy delicado, ella que debía hacer una denuncia". Dijo que ahora "los chicos tienen muchísimo miedo. Ellos se sienten muy culpables, creen que la culpa es toda de ellos, están muy bloqueados".