Una fosa común con restos de bebés y niños pequeños fue descubierta en un antiguo asilo católico para huérfanos en Irlanda, informaron ayer los investigadores del gobierno. Se trata de la primera prueba contundente que es producto de los esfuerzos de una historiadora por conocer la suerte de casi 800 niños que perecieron en el lugar.
La Comisión sobre Hogares para Madres y Bebés, encabezada por jueces, dijo que las excavaciones en el antiguo hogar para madres y bebés Bon Secours (Buen Socorro) en Tuam, en el condado de Galway, hallaron una estructura subterránea dividida en 20 cámaras que contenían "cantidades significativas de restos humanos".
El análisis de ADN de algunos restos reveló que sus edades oscilaban entre las 35 semanas y los tres años y que fueron enterrados en la década de 1950, cuando el hogar era uno de más de una decena en Irlanda que daba refugio a huérfanos, madres solteras y sus hijos. El hogar de Tuam funcionó como casa de acogida para madres solteras entre 1925 y 1961.
El hallazgo de ayer es la primera prueba contundente de sospechas que datan de varias décadas, de que la gran mayoría de los niños muertos en el lugar fueron enterrados en fosas comunes. Era una práctica común, aunque mal documentada, en instituciones católicas en medio de la elevada mortalidad infantil en la Irlanda de principios del siglo XX.
En 2014 el gobierno inició la investigación después que la historiadora local Catherine Corless halló los certificados de defunción de casi 800 niños residentes del hogar, pero el registro de entierro de uno solo.
"Todo indicaba que esta zona era una fosa común", dijo Corless, al recordar cómo unos chicos que jugaban en el campo informaron que habían visto una pila de huesos en una cámara subterránea en la década de 1970.
La comisionada del gobierno para asuntos sobre niños, Katherine Zappone, dijo que el hallazgo era "triste y perturbador". Prometió que se consultaría a los familiares de los niños sobre un entierro apropiado y recordaciones.
La orden de monjas Hermanas de Bon Secours, que administró el hogar hasta su cierre, dijo en un comunicado que había entregado todos sus archivos a las autoridades en 1961 y prometió colaborar con la investigación.
Corless calificó la respuesta de Bon Secours como "el disparate exasperante de siempre. Deben pedir perdón por lo que sucedió y hacerse responsables".
Dijo que las monjas deben prometer ayudar al Estado a organizar entierros con los lugares debidamente marcados para cada niño muerto una vez que se identifiquen los restos.
"Es lo menos que se puede hacer por ellos a esta altura", afirmó.
En concreto, sus pesquisas tratan de arrojar luz sobre los altos índices de mortalidad infantil registrados en esas instituciones durante el pasado siglo, las prácticas de enterramientos de los fallecidos, sus políticas de adopciones y ciertos programas de vacunación experimental.
El gobierno ha estimado que unas 35.000 madres solteras pasaron por alguno de los diez centros de acogida gestionados por órdenes católicas desde la creación del Estado irlandés en 1922 y los años sesenta.
En 2013, otra investigación oficial reveló el comportamiento de las monjas católicas en las llamadas "lavanderías de la Madgalena", donde entre 1922 y 1996 miles de internas trabajaron en un régimen de semiesclavitud y abusos. Entre los motivos que llevaban a la reclusión de las mujeres, el informe citó abusos familiares y actitudes inmorales, las cuales implicaban en ocasiones embarazos fuera del matrimonio.
Algunas de esas mujeres, consideradas inmorales por la sociedad de la época, acabaron en casas de acogida como la regentada por las Hermanas del Buen Socorro en Tuam, oeste de Irlanda.
Según Catherine Corless, la mortalidad infantil en esos lugares llegó a ser de entre el 30 y el 50 por ciento durante las décadas de 1930 y 1940 como consecuencia de las duras condiciones de vida y la negligencia de las religiosas.
Las pesquisas de la comisión se extienden a otras instituciones de monjas del país y no se descarta la participación de la policía irlandesa (Garda) si se hallan indicios de que se cometieron delitos.
Además de la fosa de Tuam, existen otros tres centros de las Hermanas del Sagrado Corazón de Jesús, ya inactivos, que tienen en sus dominios las llamadas "parcelas de ángeles", donde se cree que podrían estar enterrados unos 3.200 niños.
En torno a una de esas casas de acogida gira el argumento de la película "Philomena", que recibió cuatro candidaturas a los Oscar en 2014 y que relata los esfuerzos de una mujer por encontrar a su hijo, dado en adopción sin su permiso a una familia estadounidense. Philomena Lee se topó con los intentos de las monjas por entorpecer su búsqueda, dejando entrever que quemaron todos los registros y que obtuvieron beneficios económicos por las adopciones.