Buenos Aires-
Dos activistas de Greenpeace subieron hoy al Obelisco porteño, donde
permanecieron poco más de 4 horas colgados de la parte superior, para denunciar la
política de residuos del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y reclamar que se cumpla la ley de
“Basura Cero, Ya”.
Greenpeace denunció que “la gestión de residuos que impulsa el
gobierno porteño es la principal causa de contaminación del conurbano
bonaerense”.
En este marco, reclamó que los pliegos de concesión del servicio de
recolección de basura que se discuten en la legislatura porteña “promuevan la
separación en origen y el reciclaje como prácticas indispensables para reducir la
basura”.
Greenpeace recordó que más de cinco mil toneladas diarias de desperdicios
que genera la Ciudad terminan enterradas en los rellenos sanitarios de la provincia de Buenos
Aires.
La protesta en el Obelisco que protagonizó Greenpeace culminó con el
descenso de los activistas, una mujer y un hombre, en una pluma de los Bomberos, tras lo cual
fueron detenidos por la policía, junto con otros cuatro integrantes de la organización
ambientalista que se encontraban adentro del monumento.
“El gobierno de la Ciudad de Buenos Aires es primero en
contaminación. Basura Cero, Ya”, rezaba el cartel que desplegaron los ambientalistas en
el Obelisco para reclamar que se ponga en marcha el plan de reciclado de residuos.
La organización destacó que el gobierno porteño “tiene un plan de
gestión de residuos contaminante, que perpetúa un sistema de recolección y enterramiento
masivo”, sostuvo María Eugenia Testa, coordinadora de Greenpeace.
Añadió que las autoridades de la Ciudad “ignoran la aplicación de la
Ley Basura Cero, y comprometen la salud y la vida de los habitantes de los municipios
vecinos”.
En este sentido, dijo que “la Ciudad en lugar de ir hacia el
objetivo de reducción de basura, toma la dirección contraria al retirar los contenedores
diferenciados y diseñar un contrato con las empresas recolectoras que promueve la generación
de más basura”.
Greenpeace realizó un estudio en el que constató que los residuos urbanos
que son depositados en el conurbano contienen una variedad de sustancias químicas que al
descomponerse “liberan líquidos lixiviados y gases que son altamente
tóxicos”.
Dentro de este proceso “los líquidos arrastran partículas de
residuos y disuelven metales que son vertidos en el suelo y llegan así a los cursos de
agua”, destacaron.(Télam).-