El dueño de una cafetería redujo a un adolescente que había hurtado el teléfono celular a una mujer que consumía como cliente dentro del comercio y antes de llamar a la Policía para que llevase detenido al joven le dijo que “tenía otras opciones” y le ofreció empleo en el bar Dalchemist (en la zona de Las Cañitas, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires). Finalmente su hermano de 17 años quedó trabajando en el lugar.
“Uno de los empleados me dijo: se llama Martín, igual que vos. Y antes de que se lo lleven hablé con él y le dije que tenía otras opciones, y le ofrecí empleo”, contó el dueño del comercio, Martín Moschioni.
El dueño de la cafetería remarcó: “Es una felicidad enorme poder ayudar y que alguien se deje ayudar también. Me pone muy feliz y espero que el mensaje se esparza un poco y que otros hagan lo mismo que yo, si pueden, claro”.
A su vez, reflexionó que “estos chicos necesitan no sólo laburo, necesitan contención. Si alguien puede poner un granito de arena, que lo haga porque hay pibes que necesitan ayuda”.
El chico se llama Martín González, tiene 15 años, vive en la localidad bonaerense de José C. Paz con su papá y tres hermanos: Lucas de 17, Facundo de 20 y Walter de 22. Martín es menor de edad y no podía aceptar el empleo, que finalmente tomó su hermano Lucas, que en junio cumple 18 años y además va a ser papá. “Mi novia está de cinco meses, hoy a la tarde me entero si va a ser nene o nena. A las cinco y diez tiene turno pero me dijo que hasta que no llegue no me va a decir nada”, contó Lucas.
El chico contó que estuvo trabajando "como tres semanas en una construcción. Al dueño no lo veíamos y nos transfería la plata, hasta que un día no nos quiso pagar más, nos quedó debiendo y, al quedarme otra vez sin trabajo, me puse a vender medias en la calle”.
Este jueves comenzó a trabajar de bachero en la confitería Dalchemist. "Estoy muy agradecido a Martín por la ayuda que me está dando a mi y a mi familia, más ahora que voy a ser papá”, indicó.
Lucas dejó la escuela en tercer año del secundario, durante la pandemia y tras la separación de sus padres, pero ahora dijo que va a volver a estudiar a través del Plan Fines. El joven Martín también va a retomar las clases: “Ayer fue el director de la escuela 29 a mi casa y voy a volver a estudiar la secundaria”, contó.
Martín se mostró arrepentido por haber robado un teléfono: “Yo sé que no está bien lo que hice pero necesitaba plata para llevar un plato de comida a mi familia”.
“Le estoy muy agradecido a Martín por todo. Yo le pedí que me perdone por lo que había hecho y él me ofreció laburo, así que al otro día vine a agradecerle y me recibieron con café y algo para comer”, concluyó.