Uruguay habilitó este miércoles el ingreso al país de extranjeros que sean propietarios de inmuebles y que acrediten estar vacunados contra el coronavirus, pero la caída del tipo de cambio en su economía dejó al país oriental carísimo para los argentinos, que constituyen sus principales turistas.
El diario El País de Montevideo tituló su edición del día: “Se abren fronteras, pero Uruguay está carísimo como nunca en los últimos 30 años”.
La medida de autorizar el ingreso de propietarios se completará con el permiso para que entren todos los extranjeros a partir del 1 de noviembre, siempre que estén vacunados con las dos dosis. Así, el propósito del gobierno de Luis Lacalle Pou es reabrir gradualmente con miras a que la temporada de verano se desarrolle a a tope y contribuya a la recuperación de la economía.
El País explicó en su nota del día: “El problema es que más allá de las buenas condiciones sanitarias que ofrece Uruguay hoy, la situación cambiaria es muy desfavorable para el principal mercado para la llegada de turistas: Argentina”.
El Observatorio de la Coyuntura Económica de la Universidad Católica (UCU) recordó que Argentina es “el principal origen de nuestro turismo receptivo (56% del total en 2019)”.
Desde que en marzo de 2020 Uruguay cerró las fronteras, el tipo de cambio real bilateral (que combina dólar e inflación en ambos países) acumula una caída 34%, considerando la serie del dólar blue tipo comprador en Buenos Aires, señaló el informe citado por El País. Es decir, Uruguay se encareció frente a Argentina en ese porcentaje en el período mencionado.
Así el “nivel actual del tipo de cambio real bilateral (medido con el dólar blue) es el peor de las últimas décadas, sólo comparable con el resultante de la hiperinflación argentina de 1989, y se ubica en torno a la mitad de su promedio histórico”, afirmó el informe de la UCU.
¿Qué quiere decir? Que Uruguay está “carísimo” para los argentinos.
La apertura que comenzó ayer será para propietarios con sus familias hasta segundo grado de consanguinidad.
Para ingresar, los extranjeros deben certificar que están completamente vacunados y tener una prueba negativa reciente, además de acreditar su condición de dueños de una propiedad. Para completar el ingreso se debe esperar la autorización vía mail, que se obtiene luego de realizar todo el trámite en el sitio oficial de la República Oriental del Uruguay. La autorización tiene un plazo de vigencia de 60 días.
Si esta fase es exitosa y la situación epidemiológica no empeora el 1 de noviembre, las fronteras se abrirán a todos los extranjeros, en vísperas del verano austral.
El presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, dijo el sábado que "es una buena cosa para el Uruguay empezar a abrir paulatinamente las fronteras", y aseguró que esta etapa será puesta a evaluación.
Consultado sobre qué expectativa tenía, señaló que dependía de "los extranjeros que tengan la posibilidad de venir", pero confió en que se comenzará a notar en breve en los fines de semana por la presencia de extranjeros en departamentos como Montevideo, Colonia (oeste) y Maldonado (este).
Lacalle Pou dijo que habrá que esperar de 17 a 20 días tras el 24 de agosto, cuando se celebró la Noche de la Nostalgia, donde miles de uruguayos salieron y bailaron en fiestas.
“Cuando pase un proceso en el cual se puedan ver las consecuencias de esa salida masiva, ahí me parece que es determinante. Si no sucede nada, podemos dar un paso más”, agregó el mandatario.
Hace más de tres meses que Uruguay experimenta una mejora de los indicadores de la pandemia con una baja sostenida de los casos activos, los contagios y las muertes.
Los científicos y las autoridades sanitarias creen que se observa el efecto de la vacunación que ya alcanzó a un 70 por ciento de la población con dos dosis.
La presidenta de la Cámara Uruguaya de Turismo, Marina Cantera, descartó que la reapertura para propietarios “sea una avalancha, porque es un primer paso”.
“Mantenemos las expectativas moderadas, y es una forma de aprontar lo que va a ser la temporada de verano", sostuvo en declaraciones a El País.
Según estimaciones del Ministerio de Turismo, con base en datos de la Dirección Nacional de Registro a la Propiedad, unos 90.000 propietarios son de nacionalidad argentina.
El turismo impactaba hasta el comienzo de la pandemia en más de siete puntos en el PBI uruguayo, y es de los sectores más golpeados por la crisis sanitaria.