Una comisión especial de cardenales que investiga la peor crisis del pontificado del Papa Benedicto XVI dijo que está buscando a posibles cómplices del mayordomo del Santo Padre, detenido días atrás y alojado en una "habitación segura" en la estación de policía del Vaticano.
Dos de los más importantes periódicos italianos, Il Messa-ggero y el Corriere della Sera, reportaron que Paolo Gabriele —arrestado por filtrar documentos a periodistas italianos— claramente no actuó solo y que un cardenal no identificado es sospechoso de tener un papel importante en el escándalo.
"Un cardenal guía al cuervo (traidor)", tituló Il Messaggero mientras que Il Corriere della Sera imprimió: "Un cardenal entre los cuervos". Il Fatto Quotidiano, por su parte, abrió con la consigna: "Era sólo el brazo que actuó, hay que buscar la mente".
La crisis explotó la semana pasada cuando después del abrupto despido del jefe del banco vaticano, el mayordomo Gabriele (de 46 años) fue arrestado. Al mismo tiempo un libro dando cuenta de conspiraciones entre cardenales apareció en Italia generando un gran revuelo.
El restablecimiento de la confianza requiere descubrir a todos los "topos" pues la capacidad de gobierno de la Curia vaticana cayó en picada, insinúan los analistas.
Gabriele, conocido ahora como el "espía" y el "traidor", resulta para muchos un simple "chivo expiatorio" o, en la jerga argentina, un "perejil"; y se teme que si habla termine por acusar a los jerarcas instigadores.
Los observadores no lo conciben a él, un hombre sencillo y educado, como el "piloto" de tamaña operación de espionaje y ni siquiera como uno de los "topos" más importantes.
De todas maneras, pocos apuestan al éxito de la comisión investigadora. Si algo caracteriza la política vaticana en tantos siglos es la reserva y el ocultamiento de cualquier hecho que pueda degenerar en escándalo.
"Puedo confirmar que varias personas han sido oídas o interrogadas y naturalmente esto es algo que puede continuar debido a que aún estamos en la fase investigativa", dijo el portavoz del Vaticano, padre Federico Lombardi.
Lombardi negó que algún cardenal sea sospechoso por los documentos filtrados que remecieron la cúspide de la Iglesia Católica. "Lo desmiento totalmente", dijo.
Investigadores del Vaticano aún revisan documentos encontrados en la casa de Gabriele.
Lombardi no dijo cuántos documentos se encontraron debido a que esa información está vedada por el secreto judicial, pero el abogado del mayordomo negó anteayer informes de que se habrían encontrado enormes cantidades de material confidencial en su residencia.
Gabriele fue acusado formalmente el sábado de robo grave cuando una indagación preliminar que comenzó con su arresto fue elevada a una investigación formal.
El mayordomo, que era una de las personas más cercanas al Papa, enfrentará a magistrados del Vaticano nuevamente esta semana o la próxima.
"Esto tocó al Papa muy de cerca y creó una situación de dolor. Naturalmente, él quiere conocer la verdad", sostuvo Lombardi.
Durante meses documentos filtrados dieron cuenta de instancias de corrupción en operaciones financieras de la Iglesia.