El tradicional restaurante porteño El Palacio de la Papa Frita podría cerrar sus puertas a raíz de un conflicto entre sus socios, según denunciaron ayer sus trabajadores y uno de los dueños, que se concentraron frente al local de la avenida Corrientes junto a clientes y personalidades de la ciudad de Buenos Aires para defender la fuente de trabajo.
La calle Corrientes podría perder uno de sus símbolos: El Palacio de la Papa Frita. Protagonista desde hace décadas de las comidas después del teatro o el cine, restaurante favorito de los famosos, espacio en el que abuelos inician a sus nietos en la abundancia gastronómica podría convertirse en recuerdo. Para evitarlo, ayer a la tarde, hubo una importante concentración frente a la sucursal del centro porteño.
Un problema entre los socios del local ubicado en Corrientes 1612 habría desencadenado el conflicto que podría terminar con el cierre del local. Ahí, en 1952 nació la cadena que hoy cuenta con otras tres sedes: una en la Costanera, avenida Rafael Obligado 6710; otra en barrio Norte, Laprida 1339, y una tercera, también en el centro, en Lavalle 735.
La calle Corrientes podría perder uno de sus símbolos: El Palacio de la Papa Frita. Protagonista desde hace décadas de las comidas después del teatro o el cine, restaurant favorito de los famosos, espacio en el que abuelos inician a sus nietos en la abundancia gastronómica podría convertirse en recuerdo. Para evitarlo, hoy a las 18, habrá una importante concentración -según estiman los organizadores- frente a la sucursal del Centro porteño. Un problema entre los socios del local ubicado en Corrientes 1612 habría desencadenado el conflicto que podría terminar con el cierre del local. Ahí, en 1952 nació la cadena que hoy cuenta con otras tres sedes: una en la Costanera, avenida Rafael Obligado 6710; otra en Barrio Norte, Laprida 1339 y una tercera, también en el Centro, Lavalle 735.
"El 11 de mayo nos comunicaron el desalojo, que se concretaría mañana (por hoy). Me duele esta situación, es totalmente injusta. El Palacio no merece desaparecer de la avenida Corrientes. Queremos y vamos a defender este espacio", dijo el empresario gastronómico Ricardo Maidana, quien en 2014 se hizo cargo de la cadena, en ese momento también complicada por el cierre.
Maidana es socio mayoritario de la cadena, pero no es el dueño del local de Corrientes 1612. El propietario es Miguel Paz Ceminara, quien habría decidido alquilar el local a una pizzería. "Quiere matar la historia del Palacio de un plumazo, no tiene lógica", se quejó Maidana.
"El local de Corrientes 1612 apunta desde sus inicios a la misma oferta: sabor porteño, con las famosas papas soufflé y cortes tradicionales como el bife de chorizo. "La querida calle Corrientes no puede privarse del Palacio. El es protagonista de nuestra cultura. No tenerlo es como dejar a Buenos Aires sin Gardel, sin Obelisco y sin (la Pizzería) Güerrin", dicen quienes actualmente llevan adelante el negocio.
Los 51 empleados de la sucursal de Corrientes más los 200 de las sedes restantes se concentraron ayer frente al restaurante. Entre los invitados a pelear por la permanencia había artistas, deportistas, políticos, periodistas y actores. Para éstos últimos, dice Maidana, "El Palacio es el living de su casa".