El panorama de votación del proyecto oficial del matrimonio homosexual estaba centrado ayer en
28 senadores que apoyan la iniciativa, mientras que 34 están en contra. El escenario se completa
con ocho legisladores que aún no dijeron su voto y dos senadoras ausentes, ambas en contra de la
iniciativa, que fueron invitadas al viaje de Cristina Kirchner a China.
De los senadores por la provincia de Santa Fe, el socialista Rubén Giustiniani ya adelantó que
votará a favor, al igual que Roxana Latorre (peronismo disidente). La gran incógnita recae en la
posición de Carlos Reutemann, de quien ni siquiera se sabe si asistirá a la sesión, aunque algunas
versiones adelantaban anoche que, de hacerlo, se pronunciaría en contra.
En ese contexto, Giustiniani recordó que el partido socialista viene acompañado y promoviendo
desde hace tiempo la discusión de la agenda pendiente de la diversidad sexual en nuestro país, y
mencionó, como ejemplo, la creación del área de la Diversidad Sexual en la ciudad de Rosario y el
proyecto de ley de matrimonio entre personas del mismo sexo impulsado por la ex diputada nacional
Silvia Augsburger y por el ex diputado nacional y actual legislador provincial Eduardo Di
Pollina.
A pesar de estas cifras, la conducción del bloque oficialista, que encarna el rionegrino Miguel
Pichetto, confía en invertir los números y sancionar la ley al término de lo que se anticipa será
un extenso debate (la sesión podría comenzar a las 10 mañana).
Al oficialismo ya no le alcanza con lograr que algunos opositores al matrimonio gay se ausenten
en el momento de la votación, sino que también deberá obligar a varios de sus senadores a votar de
manera opuesta a sus convicciones.
Por lo pronto, la mayor presión estará sobre los cinco oficialistas que hasta el momento se
mantienen como indecisos. Ellos son Daniel Pérsico (San Luis), José Pampuro (Buenos Aires), Elida
Vigo (Misiones), Lucía Corpacci (Catamarca) y Jorge Banicevich (Santa Cruz).
Ha trascendido largamente que esos cinco legisladores rechazan el matrimonio gay, pero ahora,
con números adversos, les será difícil manifestarse según sus convicciones personales ya que sus
votos son vitales para poder descontar la amplia ventaja que los sectores contrarios al proyecto
han logrado.
Un sexto voto importante para la Casa Rosada es el del neuquino Horacio Lores (MPN). El
gobernador de esa provincia, Jorge Sapag, del Movimiento Popular Neuquino, mantiene una firme
alianza con la administración de Cristina Kirchner, por lo que podría pedirle a su senador que
votara en sintonía con el oficialismo. Sin embargo, Lores cuenta, por el momento, con el permiso de
su partido para votar con libertad de conciencia. Si es así, rechazaría el matrimonio homosexual.
Un dato que indica que este es el deseo íntimo del legislador fue su participación en el armado de
la audiencia para discutir el proyecto que iba a celebrar en Neuquén, la semana pasada, y que se
suspendió por problemas en los vuelos.
Por último, Adolfo Rodríguez Saá, aún no se ha pronunciado sobre su voto por serias
“dudas”, aunque desde su entorno se deslizó que optaría por rechazar el proyecto
oficial.
Otro de los objetivos en la mira del kirchnerismo es la lista de votos en contra, en la que
figuran una decena de senadores oficialistas. En este caso, la estrategia presenta dos escenarios:
la ausencia o el cambio de voto.
En ese marco podrían ubicarse el misionero Luis Viana, quien dijo que votaba en contra, pero
estuvo el último mes con licencia por enfermedad, y el tucumano Sergio Mansilla, quien ya renunció
a la Comisión de Legislación para no firmar en disidencia total el dictamen a favor del matrimonio
gay.
Si bien no es oficialista, tras el acuerdo que le permitió aliviar su situación judicial y su
apoyo al kirchnerismo, el riojano Carlos Menem podría seguir el mismo camino y no asistir al Senado
mañana.
Por último, la conducción kirchnerista no descarta pedirle que cambien su voto, de ser
necesario, a senadores como José Mayans (Formosa) y Teresita Quintela (La Rioja).
Otro indeciso, Daniel Pérsico (FpV-San Luis), no adelantó cómo votará pero todo indica que
terminará apoyando lo que pida el gobierno.
José Pampuro (FpV-Buenos Aires), rechaza el matrimonio gay, pero es oficialista y presidirá la
sesión, por lo que tendría un eventual voto de desempate.
Elida Vigo (FpV-Misiones), rechaza la boda gay, pero es uno de los votos que el oficialismo
puede dar vuelta en caso de ser necesario.
Es el caso también de Lucía Corpacci (FpV-Catamarca), quien es contraria al matrimonio gay.
Jorge Banicevich (FpV-Santa Cruz) también rechaza el proyecto, pero mantuvo silencio. Su
procedencia hace imposible que pueda negarse a cumplir las órdenes del gobierno.
El conglomerado de senadores que votarán en contra incluye a las peronistas disidentes Hilda
“Chiche” Duhalde (Buenos Aires), Liliana Negre de Alonso (San Luis) y Sonia Escudero
(Salta), quienes avalarán el proyecto alternativo que propone la unión civil. También harán lo
propio Adriana Bortolozzi (Formosa), separada del bloque kirchnerista, y César Gioja (San
Juan).