El lugar donde fue encontrado el auto de la familia Pomar, cerca de la ciudad bonaerense de
Salto, había sido rastrillado seis veces, según determinó la auditoría de Asuntos Internos, que
ayer desafectó a otros dos jefes policiales que intervinieron en el caso.
José Guerrero, el segundo funcionario a cargo del organismo, dijo que
los operativos se habían hecho “por aire y por tierra” y que esa información surgió de
la documentación que recopiló en la Jefatura Departamental de Pergamino, que quedó intervenida.
Luego, se allanó la DDI local para investigar si hubo más operativos en
esa zona, conocida como “la curva de Plazibat”, y mientras un grupo de auditores se
quedará en Pergamino, otro viajará a La Plata para analizar todo el material secuestrado.
Por otra parte, la titular de la Auditoría, María Alejandra Provítola,
aseguró que en las últimas horas se desafectó de su cargo al segundo jefe de la DDI de Pergamino,
comisario Martín Herrera, con lo que ya suman seis los policías separados de sus funciones por su
actuación en el caso Pomar.
“Hay indicios de que ese policía, al igual que el comisario que
estaba de turno, sabía del llamado al 911 que se hizo el 27 de noviembre alertando de que había un
auto volcado en la ruta”, afirmó la funcionaria.
El testigo es un albañil llamado Casimiro Frutos, que viajaba hacia
Rojas para trabajar y que ayer declaró ante investigadores de Asuntos Internos.
Frutos relató que cuando lo atendieron en el 911 su interlocutor le
preguntó si llamaba por el caso Pomar y que él respondió que si.
Esa y otras irregularidades ya provocaron que se desafecte del cargo al
Jefe de la Departamental de Pergamino, Roberto Gabín; al jefe de la DDI y el de turno de ese
distrito, Julio Golpe y Barrera, respectivamente y al jefe de Seguridad Vial, Carlos Marano.
A ellos se sumó ayer Herrera y el jefe de la policía de Salto, Juan
Carlos Ruiz, quien se atribuyó haber hallado el auto.
Mientras avanza la investigación contra la policía, los restos de Luis
Fernando Pomar, su esposa Gabriela Viagrán y sus hijas Pilar y Candelaria fueron inhumados ayer a
la tarde en Pergamino, bajo una intensa lluvia.
Cerca de las 11, ingresaron al predio del cementerio privado Parque de
la Merced dos ambulancias de la cochería Luz y Fuerza con los féretros de los cuatro integrantes de
la familia fallecida, los cuales fueron depositados en la capilla.
Allí, luego se realizó el velatorio, una misa oficiada por tres
sacerdotes para luego inhumar los cuerpos.
Casi al mismo tiempo, se realizó otra misa en el patio del colegio
Nuestra Señora de Luján de la localidad bonaerense de Adrogué, donde se colocó un altar con las
fotos de Pilar y Candelaria, de 6 y 3 años, alumnas de esa institución.
En la ciudad de Pergamino, por la noche, hubo una multitudinaria
manifestación de protesta por la deficiente actuación policial.
Los Pomar salieron el 14 de noviembre último de su casa de José Mármol,
en Almirante Brown, a bordo de su Fiat Duna Weekend rojo hacia Pergamino, de donde eran oriundos y
residen sus parientes.
Sus familiares denunciaron la desaparición al día siguiente, por lo que
la policía los buscó por tierra, agua y aire.
Los cuerpos fueron hallados el martes pasado, 24 días después de la
desaparición, junto al auto volcado, al costado de la ruta 31, cerca de Salto y a 40 kilómetros de
Pergamino.
Las autopsias determinaron que los cuatro murieron por lesiones típicas
de un accidente, ocurrido el mismo día en que desaparecieron. l (Télam y DyN)