Estados Unidos atraviesa por una ola de frío polar, con las temperaturas mínimas bien por debajo del cero y días muy fríos. Cuando se presenta este clima, el auto, más para un estadounidense, es un instrumento fundamental. Pero en muchos lugares del norte de EEUU se ven autos eléctricos parados y al parecer abandonados. Sus dueños no han podido ponerlos en funcionamiento y debieron abandonarlos momentáneamente.
En el estado de Illinois, especialmente en Chicago, se ven autos eléctricos parados debido a las bajísimas temperaturas. Las baterías no responden cuando las temperaturas no llegan a los 10 grados durante el día y la noche anterior ha sido helada. La gran mayoría de los autos inutilizados son de marca Tesla. Las bajas temperaturas están afectando tanto a los cargadores de Tesla como a las baterías de sus modelos eléctricos. Esto se suma a otras denuncias de sus clientes, algunas tan serias como la pérdida de control de dirección y los fallos de la asistencia de dirección.
Las temperaturas de -20 ºC que sufrió Chicago, con sensaciones térmicas de hasta -40 ºC, no solo son peligrosas para las personas: también para los autos eléctricos. La cadena de televisión Fox News informó de numerosos vehículos de la marca de Elon Musk que se quedaron totalmente sin energía, al no poder recargar en las estaciones “Supercharger” de Tesla.
Y es que las estaciones de “supercargadores” de Tesla en el estado de Illinois se ha convertido en un inquietante cementerio de autos. Y lo peor de todo ha sido la total falta de respuesta por parte de la marca norteamericana. Tanto los afectados como los medios de comunicación, han recibido un total mutismo como respuesta de la empresa.
Las baterías de los coches eléctricos ofrecen un mejor rendimiento con temperaturas bajas y a partir de los -10 ºC empiezan a perder autonomía. Un propietario de Tesla se quejó de que su coche estuvo conectado al “supercargador” más de tres horas durante dos días, y no consiguió cargar nada de energía. Muchos conductores se vieron obligados a abandonar sus autos, teniendo que pedir ayuda a amigos o familiares para que los recogieran. Otros propietarios de autos eléctricos tuvieron que recurrir a las grúas para sacar sus autos de estas “electrolineras”, como se apoda a las áreas de carga eléctrica.
En la región de Chicago las mínimas llegan a 20 bajo cero. Los autos se juntan en los puntos de carga y allí quedan En la región de Chicago las mínimas llegan a 20 bajo cero. Los autos se juntan en los puntos de carga y allí quedan
Las consecuencias del frío sobre las baterías de los vehículos eléctricos y su impacto en la autonomía han sido motivo de preocupación para los posibles compradores, ya sean potenciales clientes de Tesla o de cualquier otra marca.
La realidad es que las bajas temperaturas ejercen una influencia innegable sobre el rendimiento y la carga de las baterías, pero es fundamental desmitificar ciertos pronósticos fatalistas. Las baterías de un coche eléctrico se agotan más rápido en episodios de frío intenso, sucediendo lo mismo con las de otros aparatos, como el celular.
Es un hecho ampliamente comprobado que las condiciones de frío extremo afectan la autonomía de los autos eléctricos. Esto se debe principalmente a la desaceleración de las reacciones físicas y químicas dentro de las baterías. Aunque los impactos más notables se manifiestan en zonas con climas extremadamente adversos, con presencia frecuente de nieve y de hielo.
Sin embargo, las variables que inciden en las baterías de los coches eléctricos, ya sean de Tesla u otras marcas, van más allá de las condiciones invernales. Diversos factores del día a día, no ligados al invierno, se suman al frío para afectar su autonomía. Entre ellos se encuentran las fluctuaciones en la velocidad de conducción, la naturaleza del terreno, el uso de sistemas de climatización e incluso el deterioro de la batería debido al envejecimiento del vehículo. Un problema común a una notebook, un celular y cualquier otro artefacto que use baterías.
Las bajas temperaturas detienen las reacciones físicas y químicas dentro de las baterías, especialmente en términos de conductividad. En las baterías de iones de litio el frío extremo desencadena una ralentización del fluido electrolítico, afectando el movimiento de los iones de litio del ánodo al cátodo. Esto provoca una disminución del rendimiento que se traduce en una pérdida de autonomía.