La masificación del montañismo en el Everest ha causado una nueva tragedia. Con montañistas en fila para ascender a la montaña más alta del planeta, el frío causó la muerte de cuatro deportistas sólo en la jornada de ayer.
La masificación del montañismo en el Everest ha causado una nueva tragedia. Con montañistas en fila para ascender a la montaña más alta del planeta, el frío causó la muerte de cuatro deportistas sólo en la jornada de ayer.
Si bien no es nueva la crisis de "sobrepoblación" en el Everest, sí tuvo su punto crítico el miércoles 22 de mayo, cuando más de 200 montañistas intentaron hacer cumbre en el techo del mundo y generaron un atasco fenomenal. Pero más allá de la foto curiosa que se viralizó rápidamente, esta temporada en el Everest está teniendo un saldo trágico. Solo ayer, autoridades y organizadores de expediciones anunciaron la muerte de cuatro montañistas, con lo que suman ocho las víctimas desde que se habilitaron los ascensos en la temporada de este año.
Los atascos impresionantes en la llamada "zona de la muerte" de esta montaña de 8.848 metros se deben a dos razones. Por un lado, a las condiciones meteorológicas, porque entre finales de abril y finales de mayo son menos extremas y más ventajosas para el ascenso. Por esto, todas las expediciones lanzan el asalto final al Everest durante los mismos días. La particularidad del 2019 es el aumento de la cantidad de escaladores, un fenómeno que se viene acrecentando en la última década. Para ascender al Everest, el gobierno de Nepal otorga un permiso, que cuesta 11.000 dólares. Pero el costo de la aventura se eleva a unos 80.000 si se tienen en cuenta otros gastos imprescindibles, como los honorarios de los sherpas que guían hasta la cumbre. A principios de mes, las autoridades nepalíes ya habían confirmado este año un récord de pedidos de ascenso. Hasta el jueves, unos 550 alpinistas habían coronado la montaña más alta del mundo según datos oficiales.
Pero el aumento del "tráfico" de escaladores eleva los riesgos. En las últimas 48 horas, murieron dos indios, un austríaco y un nepalés. La india Kalpana Das, de 52 años, llegó a la cima pero murió el jueves por la tarde cuando bajaba. Su compatriota Nihal Bagwan, de 27 años, también falleció en el descenso. "Estuvo bloqueado en el embotellamiento durante más de 12 horas y estaba agotado. Unos guías sherpa lo trajeron al campo 4 y allí murió", relató Keshav Paudel de la agencia Peak Promotion.
Ese mismo embotellamiento fue el que casi se lleva la vida de un montañista argentino. "No se puede hacer fila con 30 bajo cero. Es la muerte", le dijo al diario Clarín desde el hospital de Katmandú donde está internadoRicardo Birn. Es un cordobés de 51 años y quedó en el medio del atasco de escaladores. Habló con Clarín desde el hospital de Katmandú, donde está internado con neumonía. Está claro que Nepal ha dado muchos más permisos de los razonables, en el afán de hacer dinero con la casi única industria que tiene la nación de los Himalayas: el turismo de alta montaña.