La FNGA firmó un convenio de cooperación con Fundación Vida Silvestre, en el que ambas instituciones se comprometieron al fortalecimiento mutuo, para lograr objetivos vinculados a la lucha contra el cambio climático, la defensa del ambiente, y la preservación de la biodiversidad. Además, se fijaron estrategias para incidir en materia de eficiencia energética y el cambio de la matriz energética, ejes de trabajo muy importantes al interior de ambas instituciones.
De esta forma, ambas fundaciones, que ya trabajan juntas hace más de 30 años, refuerzan el compromiso de continuar cumpliendo objetivos de amplio alcance, que tienen como finalidad el cuidado del ambiente.
En este marco, se planteó seguir fortaleciendo los espacios naturales, promover legislaciones; acercar a los ciudadanos a la naturaleza; ofrecer talleres y capacitaciones e impulsar la educación ambiental. Para esto, se llevarán adelante diversas actividades en colaboración enfocadas en el intercambio técnico, académico y científico.
También se buscará promover políticas de sostenibilidad; impulsar el trabajo voluntario de jóvenes con visión social y ambiental; generar vínculos con organismos internacionales, estados nacionales y subnacionales; planificar agenda común en eventos de nivel nacional e internacional y cooperar en la coordinación con otras organizaciones no gubernamentales, entidades académicas, municipios, entre otras.
Este acuerdo es un paso más que afianza el vínculo entre ambas instituciones, que ya vienen concretando acciones en conjunto hace más de 30 años. En el encuentro estuvieron presentes, Manuel Jaramillo, Director General en Fundación Vida Silvestre; Carlos Tanides, Coordinador del Programa Clima, Ciudades y Energía de FVS; Diego Sueiras, Presidente de Fundación Nueva Generación Argentina y Valentina Barquero, Directora del Área de Democracia y Vínculos para el Desarrollo en FNGA.
FVS trabaja en múltiples áreas, entre ellas: restauración, conservación y uso sustentable de los bosques; conservación de especies prioritarias, preservación de pastizales y sabanas; y protección de los océanos. A su vez, tejen alianzas corporativas con empresas, estudian el impacto que la producción de alimentos tiene en la naturaleza, trabajan de forma coordinada con Municipios para aportar a sus planes de acción en sostenibilidad; trabajan con bancos, compañías de seguros y demás instituciones financieras para incentivar las finanzas sustentables. Y abogan por llevar adelante estrategias que permitan participar activamente en la discusión y construcción de políticas públicas que tengan impacto sobre el ambiente y las personas. Asimismo, dedican grandes esfuerzos en la concientización, buscando dar a conocer las principales problemáticas ambientales de nuestro país a través de campañas e iniciativas para sensibilizar a la sociedad.
Por otro lado, la Fundación Vida Silvestre tiene una importante inserción a nivel internacional, ya que en 1988 se asoció a World Wildlife Fund (WWF), una organización independiente con más de 50 años liderando la conservación en el mundo y con presencia en más de 100 países. La apuesta de WWF está centrada en que se asegure la integridad ecológica de los ecosistemas prioritarios, al tiempo que impulsa el desarrollo sostenible social y económico, así como la reducción de la huella ecológica.
Esta organización de alcance global conformó Alliances for Climate Action (Alianzas para la Acción Climática) alrededor de todo el mundo. Países como Japón, México y Estados Unidos cuentan con este tipo de redes que nuclean a distintos sectores de la sociedad. En Argentina se conformó, en el año 2018, la Alianza para la Acción Climática Argentina, impulsada desde sus inicios por Fundación Vida Silvestre y Fundación Nueva Generación Argentina junto a otras organizaciones como Avina, CREA y la Red Argentina de Municipios frente al Cambio Climático, entre otras.
Esta red se compone de signatarios representantes de sectores como el agroproductivo, la sociedad civil, el sector privado y el sector público. Tiene como objetivo reconocer y multiplicar la voluntad de sus integrantes, movilizando, integrando y escalando esfuerzos y acciones locales, para contribuir activamente a la meta del Acuerdo de París (2015), de mantener el aumento promedio de la temperatura debajo de 1.5°C y asegurar la adaptación de nuestras sociedades, para comenzar a cerrar la brecha actual que separa la ambición de la implementación de los acuerdos globales. Dentro de la Alianza, FVS y FNGA trabajan activamente para incidir en el ámbito político, buscando posicionar a la problemática ambiental en la agenda pública, con la intención de aumentar las acciones desde los distintos gobiernos y poderes del Estado.
La FNGA trabaja activamente por establecer vínculos de este tipo con organizaciones de larga trayectoria en materia ambiental. Es a través del trabajo articulado y del diálogo intersectorial amplio que se logran los grandes cambios. Es por esta visión que celebra y acompaña cada nueva iniciativa que viabilice la acción conjunta en pos de un impacto positivo para la sociedad y la naturaleza.
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