El ex presidente peruano Alan García regresó a su casa del distrito limeño de Miraflores, después de que Uruguay le negara el asilo y lo exhortada a dejar la casa de su embajador, en donde permanecía desde hace dos semanas. García es investigado por la Justicia peruana por lavado y crimen organizado y podría ser detenido, pero por ahora no existe una orden de captura en su contra. Perú ha visto como la trama Odebrecht golpeó de lleno entre sus máximos dirigentes políticos. El presidente Pedro Pablo Kuczynski debió renunciar en marzo pasado por la investigación; su predecesor, Ollanta Humala, estuvo detenido más de seis meses por la misma causa y Alejandro Toledo es prófugo de la justicia desde 2017. García fue presidente de Perú en dos oportunidades. Se lo acusa de recibir coimas de Odebrecht a cambio de las obras del metro de Lima.
"No concederemos el asilo político al señor Alan García", anunció el presidente de Uruguay, Tabaré Vazquez. Añadió que en "Perú funcionan libremente los tres poderes del Estado", por lo que el argumento de Alan García de que hay una persecución política en su contra fue rechazado. El presidente uruguayo agregó que leyó y estudió el material que el gobierno peruano envió días atrás, que constaba de "más de mil hojas". Además, recalcó que la decisión es por "consideraciones estrictamente jurídicas".
A su vez, el embajador de Uruguay en Perú, Carlos Barros, se dirigió a los medios que aguardaban en lo exteriores de la residencia: "Uruguay no otorgó el asilo al ex presidente Alan García y ya se ha retirado de esta residencia. Volvamos a la paz, todo bien".
Terminó así un episodio de ribetes bizarros, que se inició con la inopinada entrada de García en la residencia del embajador uruguayo en Lima el pasado 17 de noviembre. El líder aprista solicitó asilo diplomático a Uruguay en medio de las investigaciones por recibir supuestos pagos de Odebrecht. En su caso, las coimas habrían llegado a cambio de la concesión del metro de Lima. El sábado 17 de noviembre Alan García se presentó en la residencia del embajador de Uruguay en Lima para hacer efectiva su solicitud, luego que ese mismo día el Poder Judicial dictara el impedimento de salida del país contra el ex mandatario.
Ayer, luego de abandonar esa residencia, García, de 69 años y contra quien no hay orden de detención, se fue de visita por algunas horas a la casa de su hija mayor, Carla. Luego volvió al su casa. Versiones periodísticas aseguran que García ya sabía que Uruguay le negaría el asilo, por lo que buscó sin éxito contactos con otros países, como Costa Rica. Para analistas, el pedido de asilo puede ser interpretado por la fiscalía como intento de fuga, por lo que se podría pedir prisión provisional
García, que gobernó como presidente de 1985 y 1990 y de 2006 a 2011, y que en ambas ocasiones terminó con múltiples sospechas de corrupción, es investigado por pagos que le hizo Odebrecht bajo el rubro de "conferencias". Detrás del pago estarían los beneficios que recibió la constructora en las obras del metro de Lima.
El ex presidente vivía en España con su pareja, pero regresó a Lima para un interrogatorio del fiscal José Domingo Pérez, momento en que se le dictó el impedimiento de salida del país. La medida se tomó el 17 de noviembre. Ese día, García dijo que obedecería la orden del juez Richard Concepción Carhuancho, pero horas después apareció en la casa del embajador uruguayo.
García obtuvo asilo de Colombia en 1992 pero en condiciones muy distintas, pues el entonces presidente Alberto Fujimori había impuesto una dictadura y pretendió capturarlo ilegalmente. Vivió en el extranjero mientras los presuntos delitos de su primer mandato prescribían.
Por casos vinculados con Odebrecht está prófugo desde 2017 el ex presidente Alejandro Toledo y con impedimento de salida los ex mandatarios Ollanta Humala y Pedro Pablo Kuczynski. Este debió renunciar a su cargo en marzo pasado, por lo que Perú tiene un jefe de Estado interino, Martín Vizcarra. Asimismo, está en prisión provisional la poderosa líder derechista Keiko Fujimori.