Rumania está conmocionada después de que un populista de extrema derecha poco conocido ganara la primera ronda en las elecciones presidenciales, superando al primer ministro en funciones.
Las encuestadoras le daban menos de un 10 por ciento pero Calin Georgescu sorprendió al imponerse en las elecciones presidenciales
Rumania está conmocionada después de que un populista de extrema derecha poco conocido ganara la primera ronda en las elecciones presidenciales, superando al primer ministro en funciones.
Calin Georgescu, quien se postuló de manera independiente, se enfrentará a la reformista Elena Lasconi en una segunda vuelta el 8 de diciembre, después de que la mayoría de las encuestas locales predijeran que obtendría menos del 10 % de los votos. Georgescu, de 62 años, se impuso con casi el 23 por ciento de los votos.
Según medios locales, Georgescu elogió en el pasado al presidente ruso, Vladimir Putin, como “un hombre que ama a su país” y calificó a Ucrania como “un Estado inventado”. También ha provocado controversia por describir a líderes fascistas y nacionalistas rumanos de las décadas de 1930 y 1940 como héroes nacionales.
Lasconi, del partido progresista Unión Salvar Rumania (USR), siguió con el 19,17 %. Superó por un estrecho margen al primer ministro en funciones, Marcel Ciolacu, del Partido Socialdemócrata (PSD), quien obtuvo el 19,15 %.
El candidato de USR advirtió que el país ahora está en “una confrontación histórica entre preservar la joven democracia de Rumania y aquellos que quieren devolver a Rumania a la esfera de influencia rusa”.
“Seamos muy claros: Calin Georgescu es un admirador abierto de Vladimir Putin. Está abiertamente en contra de la Otán y la Unión Europea... está a favor del aislamiento de Rumania, lo que él llama neutralidad. Y sin la Otán estamos a merced de Rusia”, añadió.
Georgescu dijo que las acusaciones de ser un extremista son “falsas, totalmente falsas”, y dijo que está “completamente dedicado” al pueblo rumano. “Seguimos directamente vinculados a los valores europeos, pero debemos encontrar nuestros propios valores”, afirmó, para añadir: “No soy un extremista, no soy un fascista, soy un rumano que ama a su país”.
Muchos observadores atribuyen el éxito de Georgescu a su cuenta de TikTok, que tiene 3,7 millones de Me Gusta y 274.000 seguidores. Ganó un fuerte impulso y popularidad en las últimas semanas.
Es la primera vez en la historia poscomunista de 35 años de Rumania que el partido más poderoso del país, el PSD, no tiene un candidato en la segunda vuelta de unas elecciones presidenciales, lo que subraya el sentimiento antiestablishment de los votantes.