Horas después de que el presidente de Ecuador Lenín Moreno despojara a su vicepresidente Jorge Glas de todas sus funciones, surgieron nuevas acusaciones de corrupción contra el segundo del gobierno ecuatoriano. La empresa brasileña Odebrecht le habría entregado 14,1 millones de dólares en coimas a un tío de Glas, según un informe del diario O Globo basado en el testimonio de un directivo de Odebrecht.
Además, Glas ha sido vinculado por la Contraloría en un nuevo caso de irregularidades, ante indicios de responsabilidad penal en la contratación para la explotación de un campo petrolífero en la Amazonía ecuatoriana, con un perjuicio para el Estado de 5,2 millones de dólares.
El presidente Lenín Moreno separó a Glas de sus funciones el jueves en medio de divergencias políticas menores y con el trasfondo de las acusaciones de corrupción sobre el segundo mandatario. En un acto público ayer, Moreno, que no opinó directamente del asunto, pero invitó a los jóvenes a involucrarse en la política: "Háganlo ustedes, porque si no lo van a hacer lo mañosos y los mafiosos". La información que salpicó a Glas fue publicada por el diario brasileño O Globo y se basó en declaraciones de un antiguo ejecutivo de Odebrecht en Ecuador, José Conceição dos Santos Filho, quien además es uno de los delatores que colabora con la Justicia. Conceição dos Santos Filho dijo que esa empresa habría pagado 14,1 millones de dólares entre 2012 y 2016 al tío de Glas, Ricardo Rivera, detenido por este caso, quien actuó como intermediario del vicepresidente ecuatoriano. Esta información se suma a la filtración de un audio grabado entre Conceição dos Santos Filho y el ex contralor general de Ecuador, Carlos Pólit, prófugo en Estados Unidos, en que se escucha un diálogo donde se menciona que Glas "pedía mucho dinero" por todos los contratos.
Ayer, Glas intentó un descargo ante la prensa: "No hay nada, no tengo un centavo mal habido en mi patrimonio" afirmó en rueda de prensa, y advirtió que la denuncia es débil porque se trata "de la misma grabación, del mismo tipo, el mismo brasileño que vino a grabar un audio, en que hablan de un tercero". Anteriormente, Glas ya había negado todas las acusaciones y dicho que "si hay pruebas que las presenten ante la Justicia", donde no existe ningún proceso formal de acusación en su contra.
En este contexto, la fiscalía ecuatoriana abrió una investigación contra Glas y ex funcionarios públicos, tras haber recibido un informe de Contraloría General con indicios de responsabilidad penal por la contratación del consorcio DGC para una explotación petrolera en la Amazonía, en el campo petrolífero Singue. El fiscal general, Carlos Baca, ratificó que Glas es uno de los indagados por un "potencial delito de peculado". La contraloría presume un perjuicio al Estado por 5,2 millones de dólares como consecuencia de un sobrepago a los contratistas que explotan el pozo Singue. Glas tiene presunta responsabilidad como ministro de Sectores Estratégicos de la época, durante la presidencia de Rafael Correa. Fue parte del comité de licitación que aprobó el informe de un equipo negociador y recomendó la contratación de las empresas ahora involucradas. Correa abandonó el país recientemente, para instalarse con su esposa en Bélgica.
Además está bajo indagación el ex ministro de Recursos no Renovables, Wilson Pastor, una hija de éste que actuaba como alta ejecutiva de una de las contratistas y otros ex funcionarios de menor jerarquía.
Glas había sido "degradado" por el presidente Moreno. Con un decreto ejecutivo, el mandatario, en el poder apenas desde hace dos meses y medio, adoptó el jueves una medida inédita en la historia política del país andino: dejar sin funciones a su vicepresidente, con carácter indefinido. La medida no lo destituye, pero deja al funcionario con tareas administrativas mínimas. Ya no dirigirá la "transformación del sistema productivo" ni liderará los consejos productivos y de reconstrucción de la costa, que le había encargado Moreno.