Calles y avenidas vacías, miles de negocios y oficinas cerradas y protestas reprimidas con violencia que causaron otros tres manifestantes muertos a mano de la policía chavista o de grupos irregulares armados marcaron la jornada del paro cívico de la oposición contra la constituyente que lleva adelante el gobierno de Nicolás Maduro. El aislamiento internacional del régimen se puso aún más de manifiesto con dos episodios: el reclamo del Mercosur de "recuperar la normalidad democrática" en Venezuela, y la renuncia del embajador de Caracas ante la ONU, con una dura condena a la represión que hasta ayer dejó 96 muertos desde el inicio de las protestas el 1º de abril.
El Ministerio Público reportó el fallecimiento de Ronney Eloy Tejera de 24 años durante un incidente en que se utilizó arma de fuego cuando un grupo protestaba en un municipio en el estado central de Miranda. Además, confirmó el deceso de Andrés Uzcátegui y Robert Lugo durante una protesta en una barriada pobre en el estado de Carabobo, también en el centro. Durante la jornada al menos nueve personas resultaron heridas en disturbios callejeros. Con muerte de los tres jóvenes se eleva a 96 el número de fallecidos desde que comenzaron las protestas antigubernamentales hace más de tres meses.
Aunque la enorme mayoría de la población se quedó en su casa, durante el paro se registraron enfrentamientos entre manifestantes que bloqueaban calles con barricadas y las fuerzas de seguridad, que usaron gases lacrimógenos y perdigones de escopeta.
Con la huelga de 24 horas la oposición, que resultó exitosa, acentuó su presión contra el gobierno de Maduro y su iniciativa para reescribir la carta fundamental, para lo que prepara la elección de una constituyente el 30 de julio. Maduro se niega de plano esta constituyente, hecha a medida de la actual impopularidad del chavismo mediante una elección de constituyentes con un padrón de electores recortado. Al contrario, no perdió la oportunidad de lanzar amenazas directas a los opositores que organizaron el paro cívico. Maduro dijo que meterá presos a todos los que considere "terroristas" apenas comience a sesionar la asamblea constituyente.
Maduro, furioso
Al parecer ofuscado por el evidente éxito del paro, Maduro amenazó en forma directa al vicepresidente del Congreso, Freddy Guevara. "Cuando salió este muchachito estúpido, que ya tiene su celda lista, porque lo que espero es que llegue la constituyente", aseguró el mandatario. "Cuando vi a este terrorista imbécil llamando a paro, lo primero que me pregunté fue: con qué se sienta la cucaracha", agregó. Las amenazas de Maduro no son vacuas: según la interpretación del gobierno, la constituyente tendrá poderes absolutos apenas comience a sesionar, anulando, por ejemplo, al Poder Legislativo. Algo que jamás se ha visto en una constituyente, que no puede suplantar al gobierno en funciones, ni tampoco al Congreso.
Maduro acusó a la oposición de intentar "sabotear la vida económica del país", ya muy afectada por la grave crisis económica que han causado 18 años de chavismo y sus políticas económicas. Maduro denunció que manifestantes atacaron la sede de la estatal Venezolana de Televisión. El incidente ocurrió a media mañana, cuando manifestantes opositores, que mantenían bloqueada unas vías cercanas al canal estatal, se enfrentaron a las fuerzas de seguridad y empleados de la televisora. Varias decenas de guardias nacionales y policías se presentaron en el lugar y lanzaron bombas lacrimógenas y balas de goma para dispersar a los manifestantes.
Descontento popular
Ayer muchos venezolanos se vieron afectados por la total falta de transporte público, uno de los sectores que se sumaron al paro, pero pese a que tuvieron que levantarse más temprano y caminar varias horas a sus lugares de trabajo dieron su respaldo al paro. "Es urgente un cambio de gobierno porque lo que vivimos es patético. No se consigue comida ni nada y lo poco que hay está muy caro", comentó Frangeli Fernández, una trabajadora de una agencia bancaria. Ella apoya que se hiciera "algo muy radical aquí para terminar de salir de todo esto". "Cualquier sacrificio es poco. Ya estamos viviendo muy mal", coincidió Edgar Noguera, un maestro panadero de 38. "Yo no quiero que haya constituyente, lo que quiero es que ese hombre (Maduro) se vaya".
Mientras algunos sindicatos nacionales de trabajadores y transportistas anunciaron su respaldo a la paralización, dirigentes del oficialismo descartaron que los empleados del sector público, cerca de 2,8 millones de personas, apoyarían la medida. Las mayores cámaras de empresas, industrias y comercios del país dieron libertad a sus trabajadores para unirse al paro. Cerca de 10 millones de personas trabajan en el sector privado. l ministro de Defensa, general en jefe Vladimir Padrino López, informó que "las 700 empresas más grandes de producción de alimentos estaban operando en su totalidad". Pero la agencia AP consultó a empresas del sector e indicaron que operaban a la mitad de su capacidad. Más tarde,Freddy Guevara, informó a nombre de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) que "85 por ciento del país se sumó a esta jornada histórica y exitosa, que culminará este viernes a las 6:00 am", expresó el diputado que fue amenazado por Maduro con ir "a una celda".
inactividad. Una "tranca" o barricada en una avenida en Caracas. La falta de movimiento resultó evidente.