El equipo de la campaña presidencial de Donald Trump en 2016 gastó la mayor parte de su presupuesto de publicidad digital en Facebook, donde cada día probó hasta 100 mil variaciones de avisos en un intento de "microdireccionar" a los votantes. Lo contó Brad Parscale, quien dirigió la estrategia digital del presidente estadounidense. La información evidencia cómo la segmentación de la publicidad en Facebook puede llegar casi a ser hecha a medida de cada usuario. En este contexto, los medios tradicionales quedan claramente atrás, al ofrecer sólo un tipo de publicidad masiva y uniforme. Facebook desmintió parcialmente las afirmaciones de Parscale.
"Twitter es cómo habló con la gente, Facebook iba a ser cómo ganó" Trump, sostuvo Parscale durante una entrevista en el canal CBS la noche del domingo. Trump es un usuario intensivo de Twitter, a través del cual comunica muchas veces decisiones de su gobierno.
La empresa fundada por Mark Zuckerberg proporcionó empleados propios para que se incorporaran en el área digital de la campaña de Trump, y ayudó a instruir a los demás empleados sobre cómo usar los avisos de Facebook, explicó el especialista.
En una respuesta a los comentarios de Parscale, Facebook señaló que la empresa dio "apoyo imparcial" a una serie de campañas: "Las campañas no son capaces de seleccionar a mano los miembros del equipo de Facebook para trabajar en sus proyectos", señala la red social.
Según Parscale, su equipo utilizó Facebook para llegar a grupos de votantes rurales, como el caso de "15 personas en el Panhandle de Florida (zona noroccidental de ese Estado) para los que nunca compraría un aviso de televisión". "Empecé a hacer avisos que mostraban el desmoronamiento de un puente", explicó sobre otro caso que ejemplifica la segmentación de intereses que ofrece la red social para pautar avisos: "Puedo encontrar a las 1.500 personas en una ciudad que se preocupan por la infraestructura. Eso podría significar un votante que normalmente vota a los demócratas".
El director digital de Trump sostuvo que la campaña constantemente probaba pequeñas variaciones en el diseño, el color, el fondo y el fraseo de los anuncios en Facebook con el fin de maximizar su impacto, pruebas que sumaron entre 50.000 y 60.000 variaciones diarias, y a veces hasta 100.000.
Los comentarios de Parscale, según el diario británico The Guardian, destacaron la forma en que la red social persigue la publicidad electoral como una estrategia de negocios, pese a que es cada vez más atacada como un terreno fértil para la propaganda política supuestamente respaldada por Rusia, las teorías conspirativas y otras formas de desinformación.
Entre otros servicios, las opciones de estrategias electorales de Facebook permiten a los equipos de campaña tomar listas de votantes registrados de los registros públicos y encontrarlos para dirigirse a ellos.
Por su parte, un portavoz de Facebook aseguró anoche que el apoyo que la compañía ofrecía a la campaña de Trump es una práctica habitual: "Para los candidatos de todo el espectro político, Facebook ofrece los mismos niveles de apoyo en momentos claves para ayudar a las campañas a comprender la mejor forma de utilizar la plataforma", escribió Andy Stone, vocero de la empresa.
Según afirmó la empresa, Facebook proporcionó a la campaña de Hillary Clinton el mismo nivel de apoyo que a la de Trump.
Avisos rusos en Google
Agentes rusos gastaron decenas de miles de dólares en avisos que formaron parte de una campaña de desinformación, publicados en varios servicios de Google, comoYouTube y el motor de búsquedas de Google, según el Washington Post.
El diario agregó que Google reveló la campaña desinformativa respaldada por los rusos mientras estudia si testificará ante el Congreso el mes próximo. Facebook y Twitter ya han aceptado testificar.
Google se encuentra todavía en las primeras etapas de su investigación. El informe del periódico dice que la empresa descubrió la presencia rusa al analizar datos de Twitter. El informe del Post cita fuentes anónimas familiarizadas con la investigación interna.
En un comunicado, Google dijo que tiene un "conjunto de políticas publicitarias estrictas que incluyen límites a la publicidad política focalizada y prohibiciones a los enfoques basados en la raza y la religión".
"Estamos profundizando en la pesquisa sobre los intentos para abusar de nuestros sistemas, trabajando con los investigadores y otras compañías, y proporcionaremos asistencia a las investigaciones en curso", continuó la declaración.
Facebook compartió recientemente con el Congreso unos 3.000 avisos patrocinados por Rusia.
Las agencias de inteligencia estadounidenses han concluido que el gobierno de Vladimir Putin dirigió una campaña de desinformación destinada a ayudar a Donald Trump a ganar las elecciones presidenciales del año pasado.