La policía de El Salvador detuvo a 50.000 personas en el curso de la "guerra" contra las pandillas o "maras" que lleva adelante el gobierno del presidente Nayib Bukele, al amparo en un régimen de excepción que fue ampliado por quinta vez el pasado 16 de diciembre. Este sábado de Nochebuena se desarrollaba un amplio operativo militar en un barrio popular de la capital salvadoreña.
"Podemos informar a la población salvadoreña que ya llegamos a los 50.000 registros de personas detenidas en el período del régimen de excepción", declaró el director de la Policía Nacional Civil (PNC), Mauricio Arriaza.
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El presidente Nayib Bukele aplica su política de "mano dura" contra las violentas pandillas conocidas como "maras".
Tanto Arriaza como los ministros Gustavo Villatoro (Justicia y Seguridad) y René Merino (Defensa) se presentaron el 16 de diciembre ante la Asamblea Legislativa para solicitar la prolongación del régimen de excepción vigente desde fines marzo y que el Parlamento, controlado por los aliados de Bukele, ha ido prorrogando mes a mes.
En este contexto, este sábado 24 de diciembre más de mil soldados y cien policías cercaron una comunidad popular de la capital de El Salvador. Es el segundo operativo de este tipo este mes.
En Tutunichapa, una populosa barriada de San Salvador, las autoridades reportaron las primeras seis detenciones de "delincuentes", sin precisar si se trata de pandilleros o personas dedicadas al narcotráfico, de acuerdo con información de la Casa Presidencial. "Vamos a extraer a cada delincuente de nuestras comunidades", prometió en Twitter el ministro de Justicia y Seguridad, Gustavo Villatoro, en un mensaje en el que incluyó fotos de perros de la unidad antinarcóticos de la policía desplegados para buscar drogas.
Soyapango, tercera ciudad del país con 242.000 habitantes y ubicada en el área metropolitana de San Salvador, fue cercada por cerca de 10 mil militares y policías a principios de diciembre. El régimen de excepción vigente desde el 27 de marzo a iniciativa de Bukele, tras un aumento de la violencia de las pandillas, avala este tipo de
operativos. El gobierno de Bukele ha reducido drásticamente el número de homicidios en el país, pero organizaciones no gubernamentales han criticado al gobierno por los abusos registrados en estos operativos contra las pandillas.
El 16 de diciembre el Congreso unicameral aprobó por quinta vez una prórroga del régimen de excepción. Este sistema permite detenciones sin orden judicial. Lo instauró Bukele en respuesta a una escalada homicida que cobró la vida de 87 personas del 25 al 27 de marzo.
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El aspecto de algunos "mareros" detenidos. Los tatuajes siguen un patrón propio de cada mara. La más importante es la "Salva Trucha", pero hay al menos media docena.
Para albergar a parte de los detenidos, Bukele ordenó la construcción de una cárcel gigantesca, que debería albergar a 40.000 reclusos. Se hará en un área rural del centro del país.
"Los resultados del régimen de excepción han sido contundentes, hemos impactado fuertemente a estas estructuras terroristas (pandillas)", declaró el ministro Villatoro.
Según estadísticas oficiales, de marzo a agosto se contabilizaron "77 días con cero homicidios", lo que representa "un promedio de 0.77 de homicidios (por día) durante la implementación de la medida de seguridad".
El 68,9% de los detenidos es acusado de pertenecer a la Mara Salvatrucha (MS-13), la más peligrosa pandilla salvadoreña, seguida por la facción Sureños de la pandilla Barrio 18 (17,7%) y la facción Revolucionarios de esa misma agrupación (12,7%). El restante 0,7% lo concentran las pandillas Mao Mao, MS503, Máquina y Mirada Locos Sureños.
Hasta antes del régimen de excepción existían 16.000 pandilleros presos, pero ahora la cifra total llega a 66.000 encarcelados.