Se espera que el presidente Donald Trump retire en los próximos días u horas a Estados Unidos del Acuerdo de París contra el cambio climático, anticipó un funcionario de la Casa Blanca a la agencia AP. Según la fuente, el mandatario y sus asistentes están revisando el texto sobre el retiro y todavía no han tomado una decisión final. En un tuit, Trump anticipó que tomará una decisión "en los próximos días". Por otro lado, tres de cuatro fuentes citadas por The Washington Post indican que el presidente aún no ha decidido la salida de EEUU del acuerdo, conocido como COP21, y que entre los que se oponen figuran su influyente hija Ivanka y su secretario de Estado, Rex Tillerson.
Abandonar el acuerdo cumpliría una promesa central de campaña de Trump, pero también alejará a ciertos aliados que pasaron años negociando el histórico pacto para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Durante la gira de Trump la semana pasada, los líderes europeos del G-7 y el papa Francisco lo presionaron para mantener a Estados Unidos dentro del pacto. El funcionario de la Casa Blanca citado por la AP dijo que el presidente y sus asistentes estaban finalizando los detalles del anuncio del retiro. El miércoles, el presidente dijo en Twitter: "Estaré anunciando mi decisión sobre el Acuerdo del París en los próximos días".
Si bien Trump actualmente favorece el retiro, a veces ha cambiado de opinión sobre decisiones importantes y tiende a buscar —hasta el último minuto— opiniones de una serie de asesores cercanos y no relacionados, muchos de los cuales tienen diferentes agendas. En varios tuits de años anteriores, cuando aún no era considerado ni siquiera un precandidato presidencial, Trump se ha referido al cambio climático como un "costoso invento" y ha citado nevadas y olas de frío como "prueba" de que el calentamiento global sería una invención. También mencionó a China como impulsora de los acuerdos para dañar a la industria de Estados Unidos.
Los principales colaboradores de Trump están divididos sobre el crucial asunto. Ayer, el mandatario se reunió con el secretario de Estado Rex Tillerson, quien está a favor de que Estados Unidos siga dentro del acuerdo. Pero el estratega en jefe Steve Bannon respalda en cambio el retiro, al igual que el jefe de la Agencia para el Medio Ambiente, Scott Pruitt. Su asesor y yerno, Jared Kushner, cree que el acuerdo es malo pero le gustaría hallar la manera cambiar las metas de emisión de Estados unidos sin salirse del tratado. Su esposa, la influyente Ivanka Trump, opina que Estados Unidos debe seguir en el tratado, y se propuso un proceso de revisión para que su padre escuche a todos los lados del debate, dijo un alto funcionario.
La salida dejaría a Estados Unidos alineado solo con Rusia, entre las economías industrializadas. Washington Post agrega a la lista Siria y Nicaragua. Estados Unidos es el segundo emisor de gases de efecto de invernadero, con un 18 por ciento de las emisiones totales, sólo por detrás de China. Trump ya ha dejado sin efecto políticas de Barack Obama que eran claves en el cumplimiento del acuerdo COP21, como su plan de Energía Limpia para reducir las emisiones de 26 por ciento a 28 por ciento por debajo de los niveles de 2005 para el 2025. Estados Unidos ya redujo 12 por ciento sus emisiones durante 2015, último año de la gestión del presidente Obama.
El COP21, un tratado superador de todos los anteriores
La conferencia de París sobre el cambio climático alcanzó unos objetivos que nadie esperaba lograr. Fue en diciembre de 2015. Los 195 países reunidos en París aprobaron un acuerdo, luego ratificado por los respectivos Parlamentos, que por primera vez tiene carácter vinculante, es decir, obligatorio. Esa es la gran diferencia respecto de los acuerdos anteriores, como Montreal y Kyoto, que nunca se cumplieron. El tratado,conocido por la sigla COP21, compromete a los firmantes a mantener la temperatura media global "bien por debajo" de un aumento de dos grados centígrados. Esta suba se calcula respecto de la temperatura media global de 1850, cuando comenzó a subir por efecto de la quema de combustibles fósiles. Para lograr estos objetivos, los países se comprometen a fijar cada cinco años sus objetivos nacionales. Según el último recuento, 186 de los 195 países participantes en la cumbre ya lo han hecho. Aunque no se incluyeron sanciones el acuerdo es jurídicamente vinculante para los países firmantes. También se aseguran fondos por unos 100.000 millones para los países en desarrollo a partir de 2020.