Un colaborador cercano del presidente Michel Temer fue arrestado en conexión con el escándalo de corrupción por los sobreprecios en la construcción de los estadios de fútbol para el pasado Mundial 2014. Tadeu Filippelli fue detenido, junto con dos ex gobernadores del Distrito Federal de Brasil. La policía federal brasileña dice que las obras fueron facturadas con un sobreprecio de 260 millones de dólares. El estadio costó en total unos 460 millones de dólares.Horas después del arresto, Temer despidió a Filippelli.
En la misma operación fueron arrestados además dos ex gobernadores del Distrito Federal, el cual incluye la capital, Brasilia: José Roberto Arruda y Agnelo Queiroz. Filippelli dirige en Brasilia al Partido Movimiento Democrático de Brasil (PMDB) de Temer, fue vicegobernador del Distrito Federal con Queiroz y era hasta ayer uno de los cinco asesores especiales del presidente. Cuatro de esos asesores han sido vinculados a escándalos de corrupción. Sólo dos siguen en sus cargos.
El Supremo Tribunal Federal de Brasil (STF) ha iniciado una investigación contra Temer por obstrucción a la justicia y corrupción pasiva. El mandatario ha insistido en su inocencia y ha rechazado pedidos de renuncia. Mientras tanto, otro asistente de Temer, Rodrigo Rocha Loures, entregó un bolso con parte de 150.000 dólares que debían ser entregados al detenido ex presidente de la Cámara baja Eduardo Cunha, dijo la Policía Federal. Ese dinero debía hacer que Cunha, poderoso jefe de Diputados hasta el año pasado, se mantuviera callado en prisión. Cunha, destituido de su cargo y luego detenido y condenado a 15 años de prisión por el juez Sergio Moro, fue clave en impulsar el año pasado el impeachment de Dilma Rousseff, que fue sustituida por Temer, su vicepresidente.
El fiscal general de Brasil afirma que Loures era el "mensajero" del presidente en el envío de fondos a Cunha, y los fiscales del caso ya habían publicado un video que mostraba a Loures cuando salía corriendo de un restaurante en San Pablo con el bolso en mano. En una conversación grabada con un ejecutivo de la compañía de carne JBS, se había identificado como intermediario de Temer. Los dueños de JBS están en el centro del escándalo que golpea de lleno a Temer. Uno de ellos grabó una conversación con el presidente que, al darse a conocer la semana pasada, desató el escándalo y significó poco menos que la muerte política del mandatario, que ya venía muy acosado por los casos de corrución. Temer niega haber actuado fuera de la ley y dice que la grabación de audio del dueño de JBS fue falseada y exigió una pericia oficial, que se está realizando.
A pesar de una oleada de malas noticias para el mandatario de Brasil y de la creciente presión para que renuncie, el ministro de Finanzas Henrique Meirelles dijo en una reunión con inversionistas que la crisis política no hará encallar la agenda para impulsar más medidas de austeridad y reformas del sistema de pensiones y las leyes laborales.
Rebelión en el Senado
Pero la coalición de Temer no deja de debilitarse. Ahora las señales llegan de su propio partido, PMDB. El jefe del bloque de senadores del partido, Renán Calheiros, propuso una "salida negociada" del presidente Temer para que el Congreso lleve adelante una transición "rápida" y elija a un nuevo jefe del Estado. Calheiros, un crítico de las reformas que impulsa Temer, hizo esta explosiva declaración contra el mandatario de su partido al fustigar la agenda legislativa de esta semana propuesta por el gobierno, y apeló a buscar una salida a la crisis institucional.
Primero, en declaraciones a Radio Gaúcha, Calheiros pidió a Temer "una salida negociada" y propuso que el Congreso elija en forma indirecta un sucesor, que según el podría ser la presidenta del Supremo Tribunal Federal (STF, corte suprema), Carmen Lúcia Antunes. La Constitución establece que a esta altura del mandato, no cabe ir a las urnas sino designar a un mandatario interino al fin del período, en diciembre de 2018. Luego, en la Comisión de Asuntos Económicos del Senado, Calheiros hizo también el pedido sin hablar de renuncia de Temer, al rechazar la propuesta del gobierno para que se traten las reformas laboral y jubilatoria. "Hagamos una transición rápida, negociada; debemos elegir un presidente y un vice que garanticen las elecciones generales de 2018, con una asamblea nacional constituyente para salir de este momento dramático; el presidente necesita comprender el momento histórico", dijo el jefe del bloque del PMDB, uno de los políticos más influyentes de Brasilia. Calheiros fustigó al ministro Meirelles, por haber dicho a inversionistas que las reformas se aprobarían con o sin Temer. "Yo lo echaría del cargo", disparó Calheiros. Temer busca aliados para permanecer en la presidencia tras haber sido acusado por el fiscal general, Rodrigo Janot, de corrupción, obstrucción a la justicia y asociación ilícita por la grabación que le hizo el dueño de JBS.